- Benito Carlos del Toro tenía varios días de que le dolía mucho la cabeza y a pesar de que había visto a varios especialistas, estos no podían quitarle el malestar. Le habían dado toda clase de tratamientos, pero el dolor seguía. Un día, caminaba por la calle соn la cara que mostraba muchos signos de dolor y se encuentra a Рuто Pelo y este le dice:
- Рuто Pelo: Veo que tiene mucho dolor. Si me das dulce de leche, te puedo decir el nombre de un doctor que te puede curar.
- Y Benito le dio dulce de leche.
- Рuто Pelo: Ve соn el doctor Zacarías Bello Delano.
- Don Benito: Pero, pero, ese es un veterinario.
- Рuто Pelo. Ve соn él. El te curará.
- En su desesperación, Don Benito Carlos del Toro pensó que no tenía nada que perder. Así que se fue directo a la clínica.
- Zacarías: Eh, le voy a ser honesto. Yo ni siquiera soy veterinario, pero, déjeme examinarlo.
- Después de examinarlo le comentó:
- Zacarías: Mire, yo tengo la solución a su problema. Es muy fácil, lo he resuelto соn diferentes caninos. Ay uy, perdón, personas. Su problema se resuelve castrándolo.
- Don Benito: ¡¿Que?! ¡¿Usted establemente?! ¡Jamás voy a permitir que me corten los huеvоs y el ****! ¡Me largo de esta pocilga!
- Don Benito se fue a casa resignado, pero desafortunadamente Don Benito seguía соn su problema: los dolores de cabeza. Ya desesperado y después de evaluar los pros y contras de la castración, acepta el remedio y se dirige a la clínica para probar su última opción.
- Don Benito: Pero, ¡que саrаjо! ¡Yo no debería estar anestesiado!
- Zacarías: Oh, demonios, sabía que se me estaba olvidando algo.
- Después de una cirugía de 2 horas, se queda sin **** ni testículos. Unos días más tarde, para su sorpresa, ya no le dolía la cabeza. Así siguió por algún tiempo, lo que le dio mucho ánimo y decidió ir соn un sastre para que le hicieran un traje nuevo. Se sentía renovado. Así que decidió buscar a Рuто Pelo para que le recomendara un sastre. Después de buscarlo todo el día, lo encontró en un reconocido bar.
- Рuто Pelo: Si me das dulce de leche, te recomiendo un sastre.
- Don Benito: Mira, Рuто Pelo, yo hablaba de ti de todas tus recomendaciones, pero después de que me recomendaste соn ese hombre y me solucionó esos problemas de cabeza, lo único que tengo hacia ti son agradecimientos. Así que mande un tráiler de dulce de leche para tu casa.
- Рuто Pelo lo mandó соn Jaimito, el mejor sastre de la ciudad. Muy reconocido por la gente por su capacidad de detectar el gusto y las necesidades de las personas. Llega Don Benito y Jaimito le dice:
- Jaimito: Bienvenido. Pase usted, buen hombre. Si quiere un traje talla 38, yo se lo puedo hacer en 2 días.
- Don Benito lo podía creer. ¿Cómo podría Jaimito la talla sin haberlo medido? Entonces le pregunta:
- Don Benito: A ver, a ver, no lo entiendo. ¿Cómo le hizo para saber mi medida? A poco, ¿también sabe el número de talla de mi pantalón?
- Jaimito: Claro, yo se todo. Tengo muchos años de experiencia. Le puedo decir la talla del pantalón, la camisa, corbata y hasta la de los calzoncillos.
- Don Benito: Usted me está mintiendo. Lo dudo mucho. Pero, a ver, dime las medidas de todo.
- Jaimito: A ver, veamos: Zapato 10.5 americano. El pantalón de cintura 36 y de largo 32. La camisa al cuello 16.5 y de largo 15 pulgadas y sus calzoncillos son talla 35. ¿Cómo lo ve?
- Don Benito: Muy impresionante. Usted podrá ser un buen sastre, pero no le acierta todo. Ejemplo: Las medidas del pantalón, los zapatos y la camisa que dijo fueron correctas, pero соn la medida del calzoncillo no acertó porque yo no uso 35. Yo siempre me pongo la medida 32.
- Jaimito: Se equivoca, amigo mío. Si usted usa calzoncillos talla 32, le va a apretar muchísimo los testículos y el **** y eso le va a causar unos dolores de cabeza insoportables.