Chistes y anécdotas Tarzan, Chistes de Tarzán
Esta era una vez Tarzán que estaba recargando la cabeza sin ver, en un árbol, de repente empieza a correr rapidísimo, se va por las lianas, pasa por un río, lucha contra un cocodrilo, sigue corriendo, pasa por un desierto y ya cansadísimo llega a unas ruinas, abre un sarcófago, mira el interior y lo vuelve a cerrar. Se regresa por el desierto, pelea соn serpientes, llega al río y nada contracorriente, pasa por la selva y se encuentra соn un león, después de derrotarlo se va por las lianas y después de correr varios kilómetros llega al árbol donde se encontraba y grita:
¡ Un, dos, tres por Chita que está en el sarcófago de las ruinas!
Afrontando toda la ingenuidad de Tarzán, el día que Jane lo conoció le dio una clase de sexualidad:
- Mira, Tarzán, eso que tienes ahí colgando entre las piernas es tu trapito y esto que tengo aquí es una lavadora ¡y tú debes lavar ese trapito en esta lavadora!
Ese día y los siguientes cinco días соn sus noches Tarzán estuvo lavando, y cuando Jane logró respirar le dijo.
- Mira, Tarzán, la lavada del trapito no puede ser tanta ni tan seguido, porque se te puede gastar.
Con aquel comentario, el hombre-mono se apartó un poco de Jane y después de pasar un mes sin usar la lavadora, Jane le preguntó preocupada:
- Tarzán, ¿qué te pasa que no has querido usar más mi lavadora?
- ¡Tarzán aprender a lavar a mano...!