David le escribe un carta al Niño Jesús: Querido Niño Jesús, me he portado muy bien este año. Por favor haz que me regalen una bicicleta. La deja junto a la estatuilla de la Virgen María. Al rato se arrepiente, rompe la carta y hace otra: Querido Niño Jesús, la verdad es que no me porté bien del todo, pero por las acciones buenas me merezco una bicicleta. Al rato se arrepiente, rompe la carta y hace otra: Querido Niño Jesús, la verdad es que me he portado mal, pero para que me porte mejor el año que viene, haz que me traigan una bicicleta. Nuevamente se arrepiente y hace la última: Querido Niño Jesús, si quiere volver a ver a tu madre tráeme una bici.
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