La Reina de cierto reino medieval era de vida licenciosa, tal es así, que tenía como amantes a todos los caballeros de la Corte. La cuestión se suscita en oportunidad en la cual el Rey debía hacer un viaje a tierras lejanas y preocupado por la infidelidad de la Reina, le confesó a su asesor:
- "Cuando me ausente del reino, la reina tendrá largas fiestas соn todos los caballeros y seré objeto de burla de todo el reino"
El asesor le aconsejo al Rey colocar un cuchillo muy pequeño, pero afilado, en las partes púdicas de la reina y cuando los caballeros practiquen el acto sеxuаl se mutilarían. El Rey encantado соn la idea la llevó a cabo inmediatamente.
A su regreso convocó a todos los caballeros del reino a su salón ordenándoles que se quitaran sus ropas. Tal como lo había previsto, casi la totalidad de los caballeros tenía cercenado su miembro viril, ordenando en forma inmediata la muerte por la orca. Pero, para sorpresa del Rey, se encontró соn que Sir Whitnem mantenía su miembro intacto, el Rey al borde de la lágrimas, le manifestó:
- "Sir Whitnem, mi noble caballero, tu lealtad será premiada соn riquezas, mujeres, tierras." Uno de los sirvientes presentes interrumpió_
- "Sir Whitnem se encuentra muy agradecido"
El Rey ofuscado dijo:
- "Pero insolente, quien eres tú para hablar en nombre de este caballero real"
El sirviente, entre risas, le contestó:
- "Disculpe mi Rey, es que ayer Sir Whitnem se quedó inexplicablemente mudo, como si le hubieran cortado la lengua, vio?"