Дребничка възрастна госпожа влязла в Чейс Манхатън Банк и попитала дали може да си открие сметка.
Един ден
A little old lady entered the main branch of a large downtown bank with a large grocery bag in her arms.
Die Geschichte der kleinen alten Dame oder: Ideen muss man haben!
En liten gammal gumma kom en dag in på en sparbank. Med sig hade gumman en ikeakasse med sedlar. Hon insisterade på att hon måste prata med bankdirektören för att öppna ett sparkonto eftersom det rörde sig om mycket pengar! Snabbt lät kassörskan...
A little old lady went to the Bank of Canada one day
An elderly woman walked into the main branch of Chase Manhattan Bank building holding a large paper bag in her hand. She told the young man at the window that she wished to take the 3 million...
En gammal skrynklig dam klev in på en av de allra finaste bankerna. Hon gick fram till kassan och slängde upp en turkoslila bag fylld med 2 miljoner kronor i vikta 100-lappar. Kassörskan stirrade...
Egy idős kis hölgy egy nap bement a kanadai nemzeti bankba egy táskányi pénzzel. Ragaszkodott hozzá
Después de mucho discutir la llevaron ante el presidente del Banco. Este le pregunta cuánto quería ingresar. Ella dijo que dos millones de euros y vacía su bolso encima de la mesa.
El presidente naturalmente sentía curiosidad por saber de dónde había sacado tanto dinero y le pregunta:
- Señora, me sorprende que lleve tanto dinero encima, ¿de dónde lo ha sacado?.
La viejita contesta:
- Hago apuestas.
- ¿Apuestas?, - pregunta el presidente -. ¿Qué tipo de apuestas?.
La viejecita contesta: bueno, por ejemplo, ¡le apuesto a usted un millón a que sus реlотаs son cuadradas!.
El presidente soltó una carcajada y dijo:
- Esa es una apuesta estúpida. Usted nunca puede ganar una apuesta de este tipo.
La viejecita lo desafía:
Bueno, ¿estará usted dispuesto a aceptar mi apuesta?.
- Por supuesto, respondió el presidente.
- Apuesto un millón de euros a que mis реlотаs no son cuadradas.
La viejita dijo:
- De acuerdo, pero como hay mucho dinero en juego, ¿puedo venir mañana a las 10h соn mi abogado para que haga de testigo?.
- Por supuesto, - respondió el confiado presidente -.
Aquella noche el presidente estaba muy nervioso por la apuesta y pasó largo tiempo mirándose sus реlотаs en el espejo, volviéndose de un lado a otro una y otra vez. Se hizo un riguroso examen y quedó absolutamente convencido de que sus реlотаs no eran cuadradas y de que ganaría la apuesta.
A la mañana siguiente a las 10h en punto la viejita apareció соn su abogado en la oficina del presidente. Hizo las oportunas presentaciones y repitió la apuesta de un millón de euros a que las реlотаs del presidente son cuadradas.
El presidente aceptó de nuevo la apuesta y la viejita le pidió que se bajara los pantalones para que todos las pudieran ver. El presidente se los bajó. La viejecita se acercó y miró sus реlотаs detenidamente y le preguntó si las podía tocar.
- Bien, de acuerdo, dijo el presidente, un millón de euros es mucho dinero y comprendo que quiera estar absolutamente segura.
Entonces se dio cuenta de que el abogado estaba golpeándose la cabeza contra la pared. El presidente preguntó a la viejita:
- ¿Qué le pasa a su abogado?.
Ella contestó:
- Nada, sólo que he apostado соn él cinco millones de euros a que hoy a las 10h tendría las реlотаs del presidente de un Banco en mis manos.