Chistes de religión, Chiste de religión, Chistes religiosos

... Sermón Dominical !!
El Pastor, decide mostrar ejemplos concretos para
Ilustrar su homilía dominical.
Para ello, pone cuatro lombríces en... 4 frascos :
- La primer lombriz en un frasco de alcohol,
- La segunda en un frasco lleno de humo de cigarrillo,
- La tercera en un frasco lleno de esperma,
- Finalmente la última ,
- En un frasco lleno de agua pura y cristalina .
Al concluir su homilía donde hablaba de los pecados y de la vida 'licenciosa' muestra los frascos :
La lombríz que estaba en el alcohol estaba muerta
La lombríz que estaba en el frasco lleno de humo de cigarrillo estaba muerta.
La que estaba en el frasco lleno de esperma , también estaba muerta .
La última que estaba en agua pura y cristalina estaba
Bien viva .
Entonces le pregunta a la asamblea :
Que enseñanza podemos sacar de
Esta demostración ?
En el fondo del templo se oye una voz de
Una viejita que dice :
- Mientras bebamos, fumemos y cojamos , no tendremos lombrices !!

Un ateo estaba paseando en un bosque, admirando toda la belleza de la naturaleza .
- Pero ¡qué árboles majestuosos! ¡Qué poderosos ríos! ¡Qué bellos animales! iba diciendo a medida que caminaba a lo largo del río.
Luego escucha un ruido en los arbustos detrás de él.
Se volteó para mirar.
Fue entonces que vio un enorme oso-pardo caminando en su misma dirección. Se largó a correr lo más rápido que pudo.
Miró por encima del hombro y vio que el oso estaba demasiado cerca. ¡Aumentó la velocidad!
Era tanto su miedo que los ojos se le llenaron de lágrimas.
Fue entonces que se tropezó y cayó desamparado. Rodó por el suelo. Rápidamente, intentó levantarse, pero
El oso ya estaba sobre él, procurando agarrarlo соn su fuerte pata izquierda y соn la otra pata, lo trataba de agredir ferozmente.
En ese preciso momento, el ateo exclamó: Oh, ¡Dios mío!
Entonces el tiempo paró. El oso se quedó sin reacción. El bosque se sumergió en total silencio.
Hasta el río paró de correr. A medida que una luz clara brillaba, una voz venía del cielo diciendo:
– Tú negaste mi existencia durante todos estos años, enseñaste a otros que yo no existía, y redujiste la creación a un accidente cósmico.
¿ Esperas que yo te ayude a salir de este apuro?
¿ Debo esperar que tengas fé en mí?
El ateo miró directamente a la luz y le dijo:
– Sería, de hecho muy hipócrita de mi parte, pedir que, de pronto, me pases a tratar como un creyente.
Más tal vez… ¿pudieras convertir al oso y hacerlo cristiano?
– Muy bien, dijo la voz. La luz desapareció. El río volvió a correr y los sonidos del bosque regresaron.
Entonces el oso recogió sus patas, las juntó en actitud de oración, hizo una pausa, bajó la cabeza y dijo:
Señor, bendice este alimento que ahora me voy a comer. Amén
Un anciano muere y va la cielo. Allí es recibido por San Pedro.
- ¿Me puede decir cómo se llama?
- Pues, es que no me acuerdo.
- A ver, le pondré algunos nombres, y me dice si le suenan. ¿Carlos? ¿Luis? ¿Juan? ¿Antonio?
- No creo que no, ninguno me suena, aunque podría ser uno de esos.
San Pedro, desesperado, va a ver a Jesús, al que le cuenta el caso del anciano. Entonces Jesús acude a hablar соn él.
- Mire, le haré unas preguntas, intente recordar, ¿de acuerdo?
El anciano asiente.
¿ En qué trabajabas?
- Creo que era carpintero.
- ¿Estabas casado?
- Creo que sí, era una mujer muy buena, casi un santa, creo recordar.
- ¿Tenías hijos?
- Sí, uno, pero era muy independiente.
Entonces Jesús llora de alegría, y corre a abrazar al anciano.
- ¡Papá, soy yo tu hijo!
Entonces el anciano llora también y exclama emocionado.
- ¡Pinocho!