Un reo, condenado a cadena perpetua por asesinato en primer grado, se escapa después de pasar 25 años en la cárcel. Al huir, entra a una casa en la que duerme una joven pareja.
El reo ata al hombre a una silla y a la mujer a la cama.
A continuación, acerca su rostro al cuello de la mujer, luego se incorpora y sale de la habitación.
Inmediatamente, arrastrando la silla, el marido se acerca a su esposa y le dice:
- Mi amor, este hombre no ha visto a una mujer en años. Lo vi besando tu cuello y aprovechando que salió, quiero pedirte que cooperes соn él y hagas todo lo que te pida. Si quiere tener sеxо contigo, no lo rechaces y finge que te gusta. No lo hagas enojar.
Nuestras vidas dependen de ello!. Se fuerte, mi vida; yo te amo.
La joven esposa le dice al marido:
- Querido, estoy complacida de que pienses así. Efectivamente, ese hombre no ha visto a una mujer en muchos años, pero no estaba besando mi cuello.
Estaba diciéndome al oído que tú le gustas y quería saber si guardábamos la vaselina en el baño. Se fuerte, mi vida; yo también te amo!
Conclusión:
Si no está informado verazmente, puede tener serios inconvenientes. La información pronta y exacta es fundamental para sortear соn éxito el ataque de la competencia desleal y así, evitar ingratas sorpresas.
En Inglaterra una persona estaba siendo juzgada por asesinato. Había evidencias indiscutibles sobre la culpa del imputado, pero el cadáver no aparecía.
Casi al final de su alegato оrаl, el abogado, temeroso de que su cliente fuese condenado, recurrió a un truco:
- Señoras y señores del jurado, señor Juez, tengo una sorpresa para todos -dijo el abogado, mirando hacia su reloj- Dentro de dos minutos, la persona que aquí se presume asesinada, entrará en la sala de este Tribunal.
Y luego el abogado se quedó mirando hacia la puerta.
Los miembros del jurado, el juez, todos ellos sorprendidos miraban también llenos de ansiedad.
Transcurrieron dos largos minutos y nada sucedió. El abogado, entonces, finalizó diciendo:
- Realmente, dije eso y todos ustedes miraron hacia la puerta соn la expectativa de ver a la supuesta víctima. Por lo tanto, quedó claro que todos tienen dudas en este caso, de que alguien realmente haya sido asesinado. Es por ello que les ruego que consideren a mi cliente inocente, ya que ante la duda el mismo debe ser declarado absuelto. (In dubio pro reo).
Los jurados, visiblemente sorprendidos, se retiraron para la decisión final. Algunos minutos después, el jurado volvió y pronunció su veredicto:
- ¡ Culpable !
- ¿Pero cómo? -preguntó el abogado- Yo vi a todos ustedes mirar fijamente hacia la puerta. ¡Es evidente que estaban соn dudas! ¿Cómo condenan соn duda?
Y el juez aclaró:
- Sí, todos miramos hacia la puerta. Menos su cliente...
Moraleja:
No sirve de nada ser un buen abogado si el cliente que tienes es un tonto