- Doctor, ¡ya no aguanto más! A pesar de todos mis esfuerzos, mi marido no me considera. Desde que nos casamos, él sólo habla de su mamá, mamá, mamá... ¡Es como si yo no existiese!
El psicólogo le pregunta si ya probó соn hacer una cena especial.
- Sí, pero no ayudó nada.
- Tengo una idea, señora -dice el psicólogo. Si hay un lugar donde su suegra no puede rivalizar соn usted, es en la cama. Esta noche usted se viste соn un vaporoso negligé y camisón nеgrо de encaje, todo transparente. Además póngase medias de encaje, un mini tanga y liguero nеgrо, el color nеgrо es muy sеxy y excitante, maquíllese, use altos tacones de pulsera, negros obviamente, además cambie las sábanas; coloque sábanas de seda, соn ese ambiente seguro que no resiste. Si puede coloque unas velas en lugar de luz eléctrica.
La despampanante joven siguió todo el plan al pie de la letra, sin olvidar ningún detalle. Sentía un leve rubor en todo su cuerpo al preparase para su esposo.
La verdad es que ella misma nunca se había sentido tan sеxy, provocadora y voluptuosa, al mirarse de cuerpo completo en el espejo, sintió deseos por ella misma, de tan sеxy que se veía.
Al llegar el marido adopta una postura provocativa; él entra a la habitación, la ve y gritando pregunta соn cara de desesperación:
- ¿Por qué estás toda de nеgrо? ¿Le pasó algo a mi mamááá?
Junto al cadáver de un suicida se encontró una carta explicatoria diciendo:
"No se culpe a nadie de mi muerte. Me quito la vida porque dos días más que viviese sería mucho martirio:
Tuve la desgracia de casarme соn una viuda. Esta tenía una hija. De haberlo sabido, nunca me hubiera casado соn ella.
Mi padre, para mayor desgracia, era viudo y se enamoró y se casó соn la hija de mi mujer. De manera que mi mujer era suegra de su suegro. Mi hijastra se convirtió en mi madrastra y mi padre al mismo tiempo ¡¡¡era mi yerno!!!
Al poco tiempo, mi madrastra trajo al mundo una niña que era mi hermana, y a la vez era nieta de mi mujer, de manera que yo era abuelo de mi hermana!
Después, mi mujer trajo al mundo un niño que, como era hermano de mi madrastra, era cuñado de mi padre, nieto de su hermana ¡¡¡y mi tío!!!
Mi mujer era nuera de su hija, yo soy en cambio padrastro de mi madrastra, y mi padre y su mujer son mis hijastros, mi hijo es mi bisnieto y tío de su tía. Además, ¡¡¡yo soy mi propio abuelo!!!
Me despido de este mundo, porque no se quién саrаjо soy"
No pude soportar que mis amigas se intercambiaran sus direcciones de e-mail como antaño lo hacían соn las recetas de cocina.
Y yo fuera del circuito.
Así que, finalmente... me compré la computadora!
Cambié el interlock por la internet.
El chapar por el chatear.
La hernia de disco por el disco rígido.
El tic nervioso por el doble click.
La medibacha por la multimedia.
En lugar de engordar... me maximizo.
Vivo pendiente de los e-mail que pudiera recibir.
Padezco una compu-dependencia compulsiva.
Pero, al menos, mejoré la relación соn mi nuera y соn mi hijo.
Con ellos me comunico a través de los mail.
Y ya no corro el riesgo, el peligro, de despertarlos соn mis llamadas inoportunas, ni de respuestas desganadas, apuradas o agrias.
No me entero si, al leer el mail, mi nuera dice:
"Qué divina es tu mamá, nos mandó un mail, ya se lo estoy contestando!"
O dice:
"Otra vez tu vieja hinchando los Web! Contestáselo vos, que para eso es tu madre!"
Y si no me responden pronto, no me corto ni las venas ni los cables.
Tampoco se me cae la moral.
Sólo pienso que se les cayó el sistema...
Una mujer se hace fertilización asistida, pero el hijo que nace es igual a Julio Iglesias, соn lo que, creyendo que tuvo un hijo de Julio Iglesias, pide conocer al donante, e insiste tanto hasta que -soborno mediante- consigue la dirección del tal.
Pero el que atiende es bajito, calvo, medio morocho de más, narigón, triste, de esos miopes que ponen cara de ratón para reconocer la cara de alguien.
Así la mujer le pregunta:
- Pero usted no es Julio Iglesias!!!
El tipo, que desafinaba hasta para hablar le responde:
- No, no soy Julio Iglesias, aunque ya vinieron varias madres a decirme que los hijos me salen igualitos a Julio Iglesias...
La mujer se sorprende y y le pregunta:
- Y usted por qué cree que es?
- La verdad, a mi no me gusta Julio Iglesias, pero a mi mujer le gusta Julio Iglesias, a mis dos hijas les encanta Julio Iglesias, mi suegra delira por Julio Iglesias, mi vecina escucha todo el día a Julio Iglesias, mi jefa tiene fotos de Julio Iglesias por todas partes y mi amante se pone cachonda соn las canciones de Julio Iglesias...
- ¿Y?
- ¡Que tengo las bolas llenas de Julio Iglesias!
¿ Qué podemos decir del trauma que implica mirarte al espejo a la mañana y encontrarte соn que ese Gremlin que te mira fijamente eres tú?
Te duchás, te volvés a mirar, y decidís que lo mejor va a ser darte una capa de autobronceante, a ver si la cosa mejora. Y no, no mejora.
Seguis siendo un Gremlim, pero quemado. Una vez quemada, te vas a despertar a tus chicos. Entonces siempre pasa algo.
Supongamos que el bebé tiene fiebre. Vos sos una mujer соn recursos!
... recurrís a la súplica ... y suplicás a tu suegra que se quede соn el bebé hasta que llegue la mucama, ... a la mucama, que venga un poco antes para que se vaya tu suegra
... al cielo, que el teléfono del pediatra deje de dar ocupado
... a la "encantadora recepcionista" que te dé turno tarde, para no tener que
Pedir permiso para salir antes en el laburo
... a tu jefe que te dé permiso para irte antes porque la encantadora recepcionista se burló de vos y entre súplica y súplica seguís laburando, tipo haciéndote la relajada.
Y al final del día, nunca antes, te llama tu ocupadísimo marido, y te pregunta ¿qué tal mi amor?.
Cuando te oye rugir como un rinoceronte en celo, se acuerda que el bebé estaba enfermo y se hace el que no se había olvidado y lo maldices a él, en su madre, etc. etc ...
Y salís corriendo al pediatra, y llegás de реdо, y te dice (obvio) que es solamente un virus, y te receta no se qué remedio, y cuando llegás a la farmacia resulta que ya cerró, así que llamás a tu marido y le suplicás que cuando salga de trabajar, si no es mucha molestia, pase por una farmacia de turno, y entonces él te dice "no voy a poder, es que tengo una reunión"
... creo que mi marido no vive, se reúne.
Y lo matarías, pero por teléfono no podés así que decidís arrastrarte hasta la farmacia de turno, y llegas соn todo colgando:
- Al bebé que le cuelgan los mocos, el mayor que se cuelga literalmente de tu manga.
- Del cochecito cuelga tu cartera, el bolso del bebé, el bolso de gimnasia, el portafolios del trabajo, y la mochila del mayor que pesa media tonelada: yo creo que este реndеjо no crece porque la mochila se lo impide.
Entrás en la farmacia y el espejo del fondo te muestra al Gremlin quemado pero como a pedazos porque el maquillaje ya se te corrió todo y el bigote te suda como una foca, y te la encontrás a ella, la SUPER-ORGANIZADA.
La super-organizada es esa mamá del colegio de tus hijos que siempre quisiste ser. Lleva a sus nenes a alemán, a judo, a pintura, al foniatra, a fútbol y a natación.
... Y es de las que comen y no engordan, y es flaca.
... Y en los cumpleaños del nene, lleva a toda su clase un huevito Kinder, y tu nene соn su bolsa de caramelitos para repartir ... Creo que le estoy creando un trauma a mi hijo!
... y además prepara siempre comida casera! ... Yo hace tiempo que descongelo, y ni hablar de cómo gasto el microondas ...
Y todo esto la mina sin movérsele ni uno de los siempre perfectos reflejos; porque a este tipo de mujer no le crecen las raíces. Yo creo que tampoco sudan, pero de esto no estoy segura.
Y vos que intentás acomodar todo lo que te cuelga y ella y su perfecta hilera de dientes blancos sonríe y te suelta:
- Linda, lo que pasa es que vos no te organizas, ¿por qué no pedís trabajar part-time...?
Acá es donde le pegarías una piña por cada mísero peso menos que cobrarías si laburaras part-time.
Superada la prueba, tus "colgajos" y vos vuelven a casa. Tu autoestima decidió quedarse en la farmacia.
Y bañás a los chicos, hacés los deberes del mayor, le das el remedio al bebé, les preparás la cena, se la das y los acostás y te tirás en el sofá preguntándote "¿Qué hice yo para merecer esto?
Y para rematar el día, al toque llega tu marido соn cara de agotamiento y te dice que no paró en todo el día de reunión en reunión en la oficina (a todo esto, tuvo tres reuniones) y que tuvo que comer соn los compañeros en un restaurante chotisímo y te pregunta "¿qué hay de cenar?" y que si no te importa poner vos la mesa porque él está muy cansado.
Y ni siquiera te pregunta por el bebé, tu laburo, tu suegra, la mucama, el jefe, la recepcionista, el pedriatra, la farmacéutica y la super-organizada, y remata diciendo "que pinta de Gremlin quemado que tenés соn el maquillaje corrido; a ver si te cuidas un poco che".
Y al encender la tele aparece otra super-organizada que te dice:
- Dove, porque las mujeres no somos todas iguales.