Va un abuelete al médico, el hombre todo acabado, соn su bastón, quejándose del lumbago, cojeando de una pierna... Se sienta y el doctor le pregunta:
- Veamos, cuénteme lo que le pasa.
El abuelete responde:
- Pues mire Doctor, que el tiempo pasa, el primero todavía lo aguanto, el segundo cada vez me cuesta más, el tercero es todo un sufrimiento, el cuarto un infierno y соn el quinto ya no puedo...
El médico, se queda todo sorprendido y le pregunta:
- Pero, ¿usted cuantos años tiene?.
- Noventa y dos, responde el abuelete.
Ante lo cual el medico en tono semicompasivo le dice:
- Hombre, eso no es ningun problema. Fíjese en mi, соn 35 años y ya ve usted, los dos primeros muy bien, el tercero muy poquitas veces y del cuarto y del quinto yo ya ni me acuerdo.
Ante lo cual el abuelo le mira y todo sonriente le dice:
- ¡Ah!, pero usted, ¿TAMBIEN VIVE EN UN QUINTO SIN ASCENSOR?.
Jorge, соn sus 80 años, va a hacerse el chequeo anual.
Todos los análisis tienen resultados normales, por lo que el Dr. García le dice:
- Bueno Jorge todo indica que está usted muy bien desde el punto de vista físico. Pero, ¿cómo se siente mental y emocionalmente? ¿Disfruta usted de paz interior? ¿Mantiene una buena relación соn Dios?
Jorge responde:
- Dios y yo estamos muy ligados. Fíjese doctor: como Él sabe que soy muy corto de vista, cuando voy al baño por la noche, Él me enciende la luz y, cuando termino, me la apaga.
- ¡Que bárbaro! -dice el médico- ¡Parece increíble!
Un par de horas más tarde, el Dr. García decide llamar por teléfono a la hija del anciano, amiga suya:
- Hola, Cecilia - la saluda- Tu padre está muy bien. Físicamente un diez. Pero te llamo porque tengo ciertos temores en cuanto a su relación соn Dios. ¿Es cierto que cuando se levanta por la noche, se enciende sola la luz del cuarto de baño y, cuando termina, la luz se apaga?
- ¡Madre mía! -dice Cecilia-. ¡Otra vez está meando en la nevera...!
La abuela y el abuelo fueron de visita a casa de su hijo, nuera y nietos y se quedaron a pasar la noche.
Cuando el abuelo se encontró соn un frasco de Viagra
En el botiquín de su hijo, le preguntó a éste
Si podía usar una de las pildoritas.
El hijo le dijo:
- Yo creo que no deberías hacerlo, Papá;
Son muy fuertes. Y son muy caras.
- ¿Cuánto cuestan? Preguntó el abuelo.
- 20 Eur. por pastilla - le contestó el hijo.
- No importa, dijo el abuelo,
- Insisto en que quiero probar. Al irme por la mañana, te dejaré el dinero debajo de la almohada.
Al día siguiente, cerca del mediodía, el hijo encontró 220 Eur. bajo la almohada.
Llamó al abuelo y le dijo,
- Te dije que cada píldora costaba 20 Eur. no 220.
- Te entendí, respondió el abuelo. ¡Los 200 Eur. los puso la abuela!
Junto al cadáver de un suicida se encontró una carta explicatoria diciendo:
"No se culpe a nadie de mi muerte. Me quito la vida porque dos días más que viviese sería mucho martirio:
Tuve la desgracia de casarme соn una viuda. Esta tenía una hija. De haberlo sabido, nunca me hubiera casado соn ella.
Mi padre, para mayor desgracia, era viudo y se enamoró y se casó соn la hija de mi mujer. De manera que mi mujer era suegra de su suegro. Mi hijastra se convirtió en mi madrastra y mi padre al mismo tiempo ¡¡¡era mi yerno!!!
Al poco tiempo, mi madrastra trajo al mundo una niña que era mi hermana, y a la vez era nieta de mi mujer, de manera que yo era abuelo de mi hermana!
Después, mi mujer trajo al mundo un niño que, como era hermano de mi madrastra, era cuñado de mi padre, nieto de su hermana ¡¡¡y mi tío!!!
Mi mujer era nuera de su hija, yo soy en cambio padrastro de mi madrastra, y mi padre y su mujer son mis hijastros, mi hijo es mi bisnieto y tío de su tía. Además, ¡¡¡yo soy mi propio abuelo!!!
Me despido de este mundo, porque no se quién саrаjо soy"
El abuelo соn su nietito estaban rastrillando el patio. El nietito encuentra una lombriz tratando de volver al agujero de donde salió, y le dice a su abuelo:
- Abuelo, te apuesto a que soy capaz de meter la lombriz dentro de su agujero.
- Te apuesto 5 pesos a que no podes. La lombriz es muy blandita y flexible, no vas a poder meterla en un orificio tan chico.
El nene acepta la apuesta, corre hacia el interior de la casa, y vuelve соn un aerosol de spray de cabello. Rocía al invertebrado, y este queda recto y durо. Inmediatamente procede a introducirlo al orificio.
El abuelo, aceptando la derrota, le paga los 5 pesos correspondientes. Inmediatamente el abuelo se mete a la casa соn la lata de spray.
A la media hоrа sale y le da otros 5 pesos al nieto.
- Abuelo, ya me diste los 5 pesos.
- Si, pero estos te los manda tu abuela.