Círculo vicioso
Haciendo poco esfuerzo, trataré de explicarles en pocas palabras este famoso término:
El DIRECTOR de una escuela llama a su secretaria y le dice:
- Vanessa, mi vida: Tengo un seminario en Río de Janeiro por una semana y quiero que me acompañes para que nos masacremos en la playa y en la cama toda esa semana. Hacé los preparativos del viaje...
La secretaria llama al marido:
- Juan, mi vida: Voy a viajar a Río соn el director por un рuто seminario... Es por una semana.
El marido llama a la amante:
- Leonor, mi tesoro, mi mujer va a viajar al exterior por una semana, vamos a pasarla juntitos, mi reina...
La amante (que es maestra) llama al niño a quien le da clases particulares:
- Carlitos, tengo mucho trabajo la próxima semana. No voy a poder darte clases...
El niño llama a su abuelo:
- Abu, la próxima semana no tengo clases, mi profesora estará ocupada. Así que por fin... ¡vamos a poder ir a pescar juntos!
El abuelo (que es el DIRECTOR de esta historia), llama a la secretaria:
- Vanessa, vení rápido, se pudrió todo, mi vida, suspendé el viaje porque voy a pasar la próxima semana соn mi nieto que hace un año que no veo, por lo que no vamos a participar en el Seminario. Cancelá el viaje y el hotel y en dos meses armamos otra luna de miel.
La secretaria llama al marido:
- Juan: El hijo de рuта del director se confundió de fecha y acaba de cancelar el viaje.
El marido llama a la amante:
- Amorcito, ¡qué cagada! No podremos pasar la próxima semana juntos, el viaje de la сulоnа de mi mujer fue cancelado.
La amante llama al niño de las clases particulares:
- Carlitos, cambié algunos planes y voy a poder darte clases como siempre.
El niño llama al abuelo:
- Abuelo, la vieja @#~? de mi profesora me dijo que tengo clases como siempre; no voy a poder ir a pescar contigo, qué pálida!
El abuelo llama a la secretaria:
- Vanessa, mi reina: Mi nieto me acaba de decir que no va a poder estar conmigo la próxima semana porque sí tiene clases. Así que comprá nomás los pasajes y la tanga roja para ir a Río de Janeiro...
¡ Les quedó claro lo que es un "CÍRCULO VICIOSO"!
La salud tendrá sus achaques, pero el espíritu permanece sano
Un artista visitó una residencia para mayores y al atravesar el vestíbulo, se encontró a una señora encantadora. Le preguntó si sabía quién era él. Ella sonrió y dijo, "no, pero si le pregunta a la señora del escritorio de adelante, ella puede decirle."
Un hombre entró a un negocio de artículos para golf y le pidió al dueño que le recomendara alguien соn quien jugar y que tuviera buena vista, porque él tiene problema para ver la pelota después de tirarla.
El hombre le contesta, "Usted debe jugar соn Mauricio. Tiene 72 años, pero una vista perfecta."
Así que el jugador de golf tiró la pelota y le preguntó a Mauricio, "¿vio esa pelota?"
Mauricio contestó:
"¡Sí, la veo! ¡La veo!"
"¿Dónde está"
?, preguntó el hombre. Mauricio contestó:
"No me acuerdo."
Viva la paranoia!!
Cuando más me libero de mis sentimientos de culpa, más me pongo en contacto соn mi Psicópata Interno.
Tengo el poder de encauzar mi imaginación hacia los más insospechados niveles de sospecha y paranoia.
Asumo la plena responsabilidad por mis acciones, excepto cuando el culpable es otro.
Ya no necesito castigarme por mis acciones o llegar a un compromiso соn los demás. A menos, claro, que quiera conservar mi empleo.
En algunas culturas lo que yo hago, sería considerado normal.
Controlarme es casi tan bueno como controlar a los demás.
Mi intuición casi llega a compensar mi falta de juicio.
Honor a las fallas de mi personalidad!!, pues sin ellas no tendría personalidad en absoluto. Juana de Arco también oyó voces.
Cuatro de cada cinco voces en mi cabeza están de acuerdo en que no tengo ningún problema.
Agradezco de no juzgar a los demás como todos esos engreídos criticones que me rodean.
¿ Para qué sufrir en el silencio si puedo gemir, refunfuñar y quejarme?.
Cuando me entero de los más profundo secretos de los que me rodean, me dan de todo para que me quede callado.
Si alguien me hiere, el perdón es más barato que un pleito. Pero no tan gratificante.
Primer paso, decir cosas buenas sobre mí. Segundo paso, hacer cosas buenas para mí. Tercer paso, encontrar a alguien que compre cosas buenas para mí.
Todo en mi es lindo y valioso, incluso las partes feas, tontas y repugnantes.
Yo soy uno соn mi dualidad.
Benditos los flexibles, pues pueden hacerse un nudо de ellos mismos.
Me esforzaré por vivir cada día como si fuera mi cumpleaños de 40.
Sólo la falta de imaginación me salva de inmovilizarme соn miedos imaginarios.
Yo honro y expreso todas las facetas de mi ser, sin tener en cuenta al Estado y las leyes locales.
Hoy voy a compartir mi experiencia y consejos, pues no hay nada mejor que decir "te lo dije..."
Las falsas esperanzas son mejores que no tener ninguna esperanza.
Un buen chivo expiatorio es casi tan bienvenido como una solución al problema.
Sólo por hoy, no me sentaré en el living a mirar televisión todo el día. Voy a pasar el televisor al dormitorio.
¿ A quién puedo culpar por mis problemas? Deme sólo un minuto... ya encontraré a alguien. No se trata de ganar o perder, sino de a quien echarle la culpa.
¿ Por qué perder el tiempo reviviendo el pasado, si puedo usarlo para preocuparme por el futuro?
La completa falta de evidencia es la señal más segura que la conspiración está en marcha. Estoy aprendiendo que la crítica no es tan eficaz como el sabotaje.
Estoy dispuesto a cometer los errores mientras haya alguien deseoso de aprender de ellos. Yo no padezco la locura. Disfruto de ella cada minuto.
El niño llega de su colegio directo a hacer sus deberes escolares, y para el efecto debe solicitar la colaboración de su abuelita, y le hace la siguiente pregunta:
- Abuelita, ¿cómo se le dice a eso en que uno se acuesta encima del otro?
La abuela sorprendida por la pregunta, piensa en la mejor forma de explicarle, pero finalmente decide responder de una manera clara y contundente:
- A eso... se le llama hacer el amor, tener relaciones íntimas, copular, fornicar...
Al día siguiente la abuela espera en la puerta a que el niño regrese del colegio, ya que está ansiosa de saber como le fue соn su explicación. El niño muy serio y enojado le dice secamente a su abuela:
- Abuelita, eso no se llama copular, ni fornicar, ni nada de eso... y la maestra dijo que usted era una vieja grosera, lividinosa, lujuriosa y vagabunda, porque eso se llama es... ¡Litera!
Carta de la abuela
Recordado Carlitos:
En días pasados experimenté una señal religiosa incomparable, que quiero compartir contigo.
Todo empezó cuando fui la Librería de mi iglesia y allí compré un cartelito para el coche que decía:
"Si amas a dios, toca la bocina".
Decidí pegarlo en el vidrio trasero de mi carro, y al salir conduciendo, llegué a un cruce de dos avenidas que estaba muy complicado y congestionado, соn muchos carros..
La temperatura exterior era por lo menos de 40 grados y además era la hоrа de salida de las oficinas. Allí me quedé parada, porque la luz del semáforo estaba en rojo. Me puse a pensar profundamente en el Señor, y no me di cuenta que la luz se había puesto verde, pero descubrí que son muchos los aman al Señor, porque todos los estaban detrás mio, al ver el cartelito, comenzaron a sonar las bocinas. La persona que estaba justo detrás de mi coche era, sin duda, la más religiosa, ya que tocaba la bocina sin parar y me gritaba:
"¡Dale, por el amor de Dios!
Todos hacían sonar la bocina. Yo sonreía feliz y los saludaba соn la mano a través de la ventanilla. Vi que un joven me saludaba de una manera muy particular, levantando sólo el dedo medio de la mano. Le pregunté a Ramón , tu primo, que estaba conmigo, qué significaba ese saludo, y me contestó que era un saludo Jamaiquino de buena suerte. Entonces yo saqué mi mano por la ventana y saludé a todos de la misma manera, enseñando el dedo del medio de la mano.
Tu primo Ramón no paraba de reír, supongo que por la bella y emocionante experiencia religiosa que estábamos viviendo, estoy segura que él estaba recibiendo la luz del Espíritu Santo, y que se le había otorgado el don del Gozo.
Dos hombres de un carro cercano, se bajaron y comenzaron a caminar hacia mi coche, creo que para rezar conmigo o para preguntarme a qué iglesia voy. Pero en ese momento pude notar que la luz del semáforo estaba verde.
Entonces saludé a todos mis hermanos y hermanas соn el saludo Jamaiquino y pasé el cruce. Luego de pasar, noté que el único coche que lo había hecho era el mío, ya que la luz volvió a ponerse en rojo. Me sentí triste de dejarlos allí, después de todo el amor que habíamos compartido.
Entonces, paré el coche, me bajé, los saludé a todos соn el saludo Jamaiquino por última vez y me fui. Ruego a Dios por todos esos buenos hombres y mujeres que estaban en ese hermoso momento. ¡Fue una experiencia maravillosa!