Un matrimonio dormía plácidamente, cuando a las 3 de la madrugada escuchan unos golpes en la puerta.
El marido, todavía entre sueños, refunfuñó:
- No me pienso levantar
Y se cubrió por completo соn las cobijas para tratar de volver a dormir.
Los golpes se vuelven a escuchar, sólo que соn mayor insistencia. La esposa, ya desvelada, preguntó соn preocupación:
- ¿No vas a ver quién es?.
El hombre, соn tal de complacer a su mujer, saltó de la cama, bajó las escaleras y desde la puerta gritó:
- ¿Quién es?.
- ¡Soy yo, Ezequiel el vecino1 ¡HIC! - dijo una voz inentendible y entrecortada por el hipo, y siguió:
- Vecinooo, HIC, por favor, ¿me podría dar un empujoncito? HIC!....
- ¡No joda! ¡No me moleste! ¡Son casi las 3 de la mañana! ¡Además está lloviendo mucho! ¿Cómo es posible que despierte a la gente соn sus impertinencias?
Volvió a su habitación y le contó a su esposa lo ocurrido, y ella le reprocha:
- ¡Parece mentira! ¿Cómo pudiste hacerle eso? ¿Ya se te olvidó aquella noche en la que estaba cayendo una tremenda tormenta y el coche se nos descompuso a nosotros tambien? El vecino amablemente se ofreció para ir por los niños a casa de mi mamá. ¿Qué hubieras sentido tu si ese día el hubiera reaccionado соn nosotros de la misma forma que tu lo haces ahora?
- ¡Pero mi amor, está borracho...!
- Eso no tiene nada que ver соn que hoy te necesite, ¡Debería darte pena!
El hombre comenzó a sentir remordimientos, se puso el piloto, bajó otra vez las escaleras y fue a buscar a su vecino al jardín, como estaba muy oscuro y lloviendo, no lo podía ver, y grito:
- ¡Vecinooooooo! ¡Vecinooooo! ¿Todavía necesita el empujón?.
- Sssiiii, ¡HIC!.. ¡Por favoooor!
- Oiga, pero, ¿dónde está que no lo veo?
- ¡Aquiiii!... ¡HIC!, ¡AQUI ... HIC! ¡En la hamacaaaaaaaaaaaaaaaa!
El pasado fin de semana, estando filosofando соn unos cuantos amigos en nuestro bar habitual.
Uno de los presentes comentó que en algún lugar había leído que la cerveza contenía hormonas femeninas.
Tras reírnos en un principio, decidimos seriamente investigar y poner a prueba esta hipótesis.
A continuación, y sólo y por interés científico, nos tomamos cada uno unas veinte cervezas.
Al final del experimento pudimos confirmar fehacientemente que la cerveza contiene hormonas femeninas.
1. Todos engordamos
2. Todos hablamos más de la cuenta sin un contenido lógico o razonable.
3. Ninguno pudimos conducir como Dios manda, y no hablemos de estacionarnos...
4. Ninguno podíamos razonar соn lógica.
5. Ninguno podíamos reconocer nuestros errores, incluso cuando estos eran evidentes.
6. Cada uno de nosotros se creía que era el centro del universo.
7. A todos nos dolía la cabeza y a ninguno le apetecía "sеxо".
8. No sabíamos ni podíamos controlar nuestras emociones.
9. Todos íbamos siempre tomados de la mano o abrazados, para apoyarnos mutuamente.
10. Todos nos vimos en la necesidad de acudir cada cuarto de hоrа al WC,... y en ocasiones todos a la vez.
Por el bien de la ciencia, este proximo fin de semana haremos el mismo experimento, pero esta vez será para comprobar si el Tequila tambien produce el mismo efecto