Chistes de Policía, Chistes de Policías
En una tranquila ciudad de España vivía un reconocido torero llamado 'El Curro'. Cerca del Curro se mudó un jovial chinito, quien no sabía pronunciar bien la erre. Una mañana, se encontraron los dos y el chino le dirigió un cordial saludo:
- 'Buen día, señol Сulо'.
Por supuesto que al Curro no le hacía gracia, pero lo dejó pasar. Durante la siguiente semana, siempre el chinito le dirigía el mismo saludo. El Curro no pudo aguantar más y se compró dos perros pastores alemanes y los entrenó para atacar al chino. Cuando el chino acercó para saludarlo, el Curro le echó los perros. Соn suma rapidez, el asiático sacó dos cuchillos de los pantalones y se paró rígido en posición de defensa, listo para enfrentarse a los perros. El Curro se dio cuenta de que el chino iba a cortar a los perros, y pegó un silbido. Los perros entraron a la casa. Esto se repitió varias veces, hasta que el chino decidió poner una denuncia en la comisaría. El comisario le preguntó:
- '¿Cuál es su problema?'
A lo que el chino respondió:
- 'Mile señol comisalio, mi denuncia es polque los pelos del сulо no me dejan caminal.
El comisario se quedó perplejo, pero le siguió la corriente y dijo:
- 'Bueno amigo, pues córteselos'
El chino respondió:
- 'Eso es lo que quielo hacel,
Pelo cada vez que los quielo coltal el сulо silba y los pelos se van pala adentlo.
Una viejita estaba caminando por la calle, arrastrando dos grandes bolsas plásticas de ваsurа, una en cada mano.
Una de las bolsas tenia un hueco y de vez en cuando un billete de 20 pesos salía de la bolsa y caía en la vereda.
Viendo esto, un policía la para y le dice:
- Señora, hay billetes de 20 pesos saliéndose de esa bolsa.
- Caramba dice la viejita, "Tengo que volverme para recoger los billetes, gracias por avisarme".
- Un momentito, dice el policía... no tan rápido. ¿De dónde sacó usted todo ese dinero? ¿Se lo ha robado?
- Oh no, dice la viejita, el terreno de atrás de mi casa, da para el estacionamiento del estadio de fútbol, y cada vez que hay un partido y los hinchas quieren orinar, antes de entrar o salir del estadio, ellos se paran enfrente de los arbustos que dan para mi casa, y orinan en mis flores que acabo de sembrar
Entonces, yo me paro detrás de los arbustos соn unas tijeras bien grandes, y cada vez que alguien se pone en los arbustos para orinar, yo le digo:
¡ Deme 20 pesos o se lo corto!
Dice el policía,
-¡ "oiga no está mala la idea" Buena suerte!
Y dígame, ¿ qué hay en la otra bolsa?
- Bueno, dice la viejita, ¡¡No todos pagan!!