Chistes de Programadores, Programadoras, Humor Informático, Chistes de Computación
Chiste: Apuesta.
- Era un día común y corriente en la escuela cuando llegó una maestra nueva a la oficina del director.
- Profesora: Hola. Yo soy la señorita González, la nueva maestra, y quiero hablar соn el director.
- Asistente: Claro que sí y bienvenida. Él se encuentra haciendo una videoconferencia muy importante, pero ya debe de estar por acabar.
(Videoconferencia)
(Móvil)
- Director: Sí. Mira, antes de que pase la maestra nueva, por favor tráiganme una caja de pañuelos de papel. A mí computadora le cayó mayonesa.
- Director: Bienvenida, muñeca, pase. Necesito hablar algo muy serio соn usted. ''¿Le dije muñeca o lo pensé?''
- Profesora: Claro que sí, director. Dígame, ¿en que puedo ayudarle?
- Director: Mire, como usted es nueva por aquí, tengo la obligación de advertirle algo sobre unos muchachitos que estudian en esta institución. Mi obligación como director de esta escuela es proteger a mis empleados y es muy importante que tome los consejos de la manera más seria. Le tengo que advertir que por ninguna razón haga apuestas соn Pepito o Jaimito a menos de que esté 100% segura que va a ganar. ¿Entendido? Todavía recuerdo la última apuesta como si fuese ayer. Jaimito es un niño соn muchísima imaginación. Él aseguraba que tenía una nave espacial en su casa. Y, no solo eso, sino que era vecino de un tal chavo. ¿Ves? Como el profesor Domínguez no le creía nada a Jaimito, decidió apostar соn él. A él se le ocurrió ofrecerle una noche a Jaimito соn una de sus hijas. Lo único que tenía que hacer Jaimito era llevar la nave espacial al colegio al día siguiente. ¿Qué pasó? Lo sorprendente de esto es que llegó Jaimito volando en su platillo volador seguido por el chavo.
- Director: Recuerda que Jaimito tiene que aprender que no siempre se gana en las apuestas.
- Ya más tarde en el salón de clases...
- Profesora: Hola, niños. Yo soy la señorita González, la nueva maestra. Me han platicado muchas cosas buenas de ustedes. Quiero que se sienten en confianza de preguntar lo que quieran y comentar cualquier cosa.
- Al poco tiempo, Jaimito levanta la mano.
- Profesora:
''¡Ay, ****! Ya empezó este carajito queriéndome molestar. Este es el famoso Jaimito, el que habló el director. Tengo que tener mucho cuidado соn él.''
- Jaimito: ¡Yo, maestra! Yo tengo una pregunta.
- Profesora: Bien, Jaimito. ¿En que te puedo ayudar?
- Jaimito: Quería apostarle 50 dólares a que puedo adivinar el color de sus calzones.
- Profesora:
''Bueno, el director me dijo que no apostara соn Jaimito si no estaba segura de ganar, pero eso estará fácil. Iré al baño y me quitaré los calzones. De esa manera seguro ganaré y le daré una lección a Jaimito de que no siempre se puede ganar todas las apuestas.'' Esto, Jaimito, te veo al final de la clase para ver quien gana la apuesta.
- Durante el recreo, la maestra se fue al baño y se quitó los calzones. Unas horas más tarde, al final de la clase, Jaimito tiene su oportunidad de adivinar.
- Jaimito: Yo creo que tus calzones son...... azules.
- Profesora: Estás mal, Jaimito. Perdiste la apuesta.
- En eso, la maestra se levanta la falda mostrando que no llevaba calzones.
- Profesora: Ahora ya que perdiste, págame mi dinero y deja de estar molestándome.
- Jaimito: ¡Demonios! El único problema es que no traigo el dinero conmigo. Mi padre me está esperándome allá afuera. Acompáñeme y le pido el dinero.
- Cuando salieron de la escuela, estaba el papá de Jaimito esperándolo.
- Profesora: Mire, señor. Su hijo Jaimito acaba de perder una apuesta conmigo. El aposto que yo traía calzones azules cuando en realidad le mostré que no llevaba calzones, así que me debes 50 dólares y lo estoy acompañando para que me pague.
- Papá de Jaimito: ¿Qué? Es un ****.
- Profesora: Pues así es, pero, ¿por qué lo dice?
- Papá de Jaimito: Pues, esta mañana se acercó a mi y me dijo:
- Jaimito: Papá, te apuesto 100 dólares que para el final del día voy a ver la vаginа de mi maestra.
- Papá de Jaimito: Mejor que sean 200.