Chistes y anécdotas Psicologos
Gracias por llamar al Instituto...
* ... Si usted es obsesivo-compulsivo, presione repetidamente el número 1.
* ... Si usted es co-dependiente, pídale a alguien que presione el número 2 por usted.
* ... Si usted tiene múltiples personalidades, presione 3, 4, 5 y 6.
* ... Si usted es paranoico, nosotros ya sabemos quién es usted, sabemos lo que hace y sabemos lo que quiere, espere en línea mientras rastreamos su llamada.
* ... Si usted sufre de alucinaciones, presione el 7 en ese teléfono que Ud. (y sólo Ud.) ve al final del cable del tubo.
* ... Si usted es esquizofrénico, escuche cuidadosamente y una pequeña voz interior le indicará que número presionar.
* ... Si usted es depresivo, no importa que número marque. Nada conseguirá sacarle de su lamentable situación.
* ... Si usted sufre de amnesia, presione 8 y diga en voz alta su nombre, dirección, teléfono, número de cédula, y el apellido de soltera de su abuela materna.
* ... Si usted sufre de indecisión, deje su mensaje después de escuchar el tono... o antes del tono.... o después del tono.... O durante el tono. En todo caso, espere el tono.
* ... Si tiene la autoestima baja, por favor cuelgue. Todos nuestros operadores están atendiendo a personas más importantes que usted.
Marido y mujer acuden al psicólogo tras 20 años de matrimonio. Cuando les preguntan cuál es el problema, la mujer saca una lista larga y detallada de todo lo que ha tenido que soportar durante esos 20:
- Poca atención.
- Falta de intimidad.
- Falta de comunicación.
- Vacío.
- Soledad.
- No sentirse valorada.
- No sentirse amada.
- No sentirse deseada, etc., etc., etc.
Finalmente, el terapeuta se levanta, se acerca a la mujer, le pide que se levante y la abraza y la besa apasionadamente, la recuesta en el diván, le quita la ropa y, ¡pim, pam, pum! ¡La deja como un trapo!
Mientras, el marido observa estupefacto, соn una ceja más alta que la otra.
La mujer se queda muda... Cuando el doctor termina, ella se acomoda la ropa, se arregla el cabello y se sienta en la silla medio aturdida.
El terapeuta se dirige al marido y le dice:
- Esto es lo que su esposa necesita, al menos 3 veces por semana. ¿Cree que puede?
El marido lo medita un instante y responde:
- Yo la puedo traer los lunes, pero los miércoles y viernes... ¡tengo fútbol!