La señora Pérez lleva más de un año dando clases de golf, pero avanza poco en sus conocimientos. En una de sus clases el profesor sigue la rutina:
- Señora Pérez, a ver si соn este hierro 7 es capaz de mandar la bola a cien metros.
La señora Pérez hace el swing de siempre, соn el resultado de siempre: palo que se clava en la hierba, chuleta de césped despedida y bola que se mueve apenas medio metro.
El profesor, algo desesperado, le dice:
- A ver, señora, le daré un truco que no suele fallar: sujete el palo como si estuviera sujetando la vеrgа de su marido en erección y luego haga el swing соn naturalidad.
La señora Pérez hace un swing espectacular y manda la bola a 250 metros. El profesor la mira y le dice:
- Muy bien, señora Pérez. El swing ha sido perfecto, el ritmo magistral y la potencia espectacular. Ahora sáquese el palo de la boca y vamos a intentarlo соn las manos...

Durante una clase de moral y buenas maneras, la profesora dice a sus alumnos:
- Miguel, si fueras a cortejar a una joven de buena familia, muy bien educada, durante una cena íntima para dos, y tuvieras necesidad de ir a los servicios, ¿qué dirías?
- Espérame un momento, que voy a echar una meadita.
- Eso sería muy grosero y maleducado por tu parte. Juan, ¿cómo lo dirías tú?
- Perdón, pero tengo que ir a los servicios. Vuelvo enseguida.
- Eso está mejor, pero resulta desagradable decir "servicios" durante una comida.
- Y tú, Jaimito, ¿serías capaz de usar tu intelecto, al menos por una vez, para intentar mostrarnos tus buenas maneras?
- Yo diría:
"Querida, te pido perdón por ausentarme un momento, pero voy a dar la mano a un íntimo amigo que espero poder presentarte después de la cena" ...