Chistes y anecdotas de Marinos, Chistes de marineros
Un barco tenía un capitán muy valiente.
Un día van a atacar un barco pirata, entonces, el capitán le dice a uno de sus soldados:
- ¡Tráigame mi camisa roja!
El soldado se la lleva, y van a la batalla y ganan. Al otro día vienen dos barcos piratas y el capitán le vuelve a decir:
- ¡Tráigame mi camisa roja!
Ese día vuelven a ganar, entonces, el soldado le pregunta al capitán:
- Capitán, ¿por qué cada vez que vamos a batalla, usted pide su camisa roja?
Y el capitán le contesta:
- Porque si me llegan a herir, ustedes no se darían cuenta, y seguirían peleando.
Al otro día vienen 10 barcos piratas, y el capitán le dice:
- ¡Tráigame mis pantalones marrones!
Hace mucho tiempo vivió un hombre de mar, el Capitán Bravo. Era muy valiente y jamás mostró temor ante un enemigo.
Una vez, navegando los siete mares, el vigía vio que se acercaba un barco pirata, y la tripulación del barco se volvió loca de terror. El capitán Bravo gritó.
- Traigan mi camisa roja!!
Y llevándola puesta instigó a sus hombres al ataque, y vencieron a los piratas. Unos días más tarde, el vigía vio dos barcos piratas. El capitán pidió nuevamente por su camisa roja, y la victoria volvió a ser suya.
Esa noche, sus hombres le preguntaron por qué pedia la camisa roja antes de entrar en batalla, y el capitán contestó:
- Si soy herido en combate, la camisa roja no deja ver mi sangre, y mis soldados continúan peleando sin miedo.
Todos los hombres quedaron en silencio, maravillados por el coraje de su capitán.
Al amanecer del día siguiente, el vigía vio no uno, no dos sino DIEZ barcos piratas que se acercaban. Toda la tripulación dirigió en silencio sus ojos al capitán, que соn voz potente, sin demostrar miedo, gritó:
- Tráingame mis pantalones marrones!