Están todos los pasajeros en la sala de embarque esperando la salida del vuelo.
De repente llega el copiloto impecablemente uniformado соn anteojos oscuros y un bastón blanco tanteando el camino. La empleada de la compañía aclara que, si bien es ciego, es el mejor copiloto que tiene la Empresa.
Al poco rato llega el piloto, соn el uniforme impecable, anteojos oscuros y un bastón blanco asistido por dos azafatas. La encargada de la sala aclara que, también, el piloto es ciego pero que es el mejor piloto que tiene la Compañía y que, junto соn el copiloto, hacen la dupla más experimentada.
Con todos a bordo, el avión comienza a carretear, tomando cada vez más velocidad y соn los pasajeros aterrorizados.
El avión sigue tomando velocidad pero no despega; continúa la carrera y sigue en tierra.
Cada vez el final de pista está más cerca y en una explosión de histeria general los pasajeros comienzan a gritar como poseídos.
En ese momento el avión milagrosamente toma altura, entonces el piloto le dice al copiloto:
-¡ El día en que los pasajeros no griten, nos hacemos мiеrdа!
Una rubia linda y joven, toma un avión соn destino a Nueva York, соn pasaje en clase turista. Cuando aborda el avión, busca su asiento, pero al pasar por los de primera clase, nota que son más grandes y confortables, entonces decide sentarse en el primero que encuentra vacío.
Cuando la azafata chequea su ticket, le informa que su asiento está en clase turista, a lo que la rubia responde:
- Soy linda, joven y rubia. Me quedo hasta llegar a Nueva York.
La azafata frustrada, va a la cabina del capitán a informar del incidente. El capitán se dirige a la rubia y le dice que debe abandonar el asiento. Y la rubia responde:
- Soy linda, joven y rubia. Me quedo hasta llegar a Nueva York.
El capitán por no causar alboroto, se retira a la cabina y comenta соn el copiloto. El copiloto le dice que su novia es rubia y que sabe qué hacer.
El copiloto se acerca a la rubia y le susurra algo al oído. La rubia se levanta inmediatamente agradeciendo y abraza al copiloto, y toma su asiento en clase turista.
El piloto y la azafata asombrados le preguntan qué le dijo para convencerla.
El copiloto responde:
- Le dije que los asientos de primera clase no van a Nueva York.