Una mujer cansada e indignada de escuchar discusiones entre su marido y su mamá, le dice al marido:
- Por favor nеgrо, hacéme un favor, andá a la casa de mi mamá y hablále bien, intenta acercarte, sólo Dios sabe cuánto tiempo más la tengamos соn nosotros.
El marido le responde:
- Está bien, gorda, lo voy a hacer, pero que conste que lo hago por vos.
Llega a la casa de su suegra, golpea y ahí se encuentran, el hombre amablemente le dice:
- Hola suegrita, ¿cómo anda?, ya la estábamos extrañando.
La suegra sorprendida lo mira y le dice:
- Bien acá ando, intentando descansar.
Y el hombre pregunta:
- Mire suegrita, ¿usted cree en la vida después de la muerte?
- Sí, responde la suegra.
- Bueno si usted se muriera, Dios no lo permita, ¿en qué animal le gustaría reencarnarse?
- Mmmmmmmmm, me gustaría en una víbora, le responde la suegra.
Y el hombre dice:
- ¡Noooo! ¡Pero tiene que ser algo que nunca haya sido!
El hijito camello pregunta:
- Mami, ¿por qué tenemos estas patotas?
- Ay, mi bebé, pues muy sencillo, son para no hundirnos en la arena del desierto.
- ¡Ah!, oye, ¿y por qué tenemos estas pestañotas?
- Ay, chiquito mío, pues para proteger nuestros ojos del fuerte sol y de la arena del desierto.
- ¡Ah!, mami, mami, ¿por qué tenemos esta jorobota?
- Oh, queridito, pues en la joroba acumulamos grasa y líquidos para soportar muchos días en el desierto sin agua ni comida, así podemos tener grandes jornadas de trabajo, para eso nos sirve.
- ¡Ah!, oye, mami, ¿y entonces, qué diablos hacemos tú y yo en un zoológico?