Llega un atlante al bar del pueblo y deja atada su perra a un árbol. Al instante una jauría de perros se arremolina a su alrededor tratando de conquistarla. En medio de un concierto de ladridos, gruñidos, mordiscos y aullidos, un policía entra al bar y pregunta por el dueño de la perra. El atlante, que estaba tomando un vaso grande de ginebra, levanta la mano y dice:
"Yo".
- Su perra está alzada, -le dice el policía.
- No puede ser, yo la dejé en el suelo, - responde el atlante.
- Quiero decir, que está en celo, - insiste el policía.
- No puede ser, yo jamás le di motivos, ni siquiera miro a otras perras.- contesta el atlante sediento.
- Digo que está caliente, ¿me entiende?
- No, no lo entiendo, me cercioré de dejarla a la sombra.
Exasperado, el policía exclama:
- Sígame, y diciendole al oido , su perra quiere tener relaciones sexuales.
El atlante le responde:
- Entonces, siga nomás. Siempre quise tener un реrrо policía"
Estaba un león debajo de un árbol descansando, en ese árbol estaban tres changitos haciéndole carrilla al leon:
¡ León mantenido, ponte a trabajar, da el ejemplo a tus hijos!
¡ Se van a bajar mendigos!
¡ León chimuelo te tienen que dar la comida masticada!
¡ Se van a bajar!
Y así los changitos no paraban, y el león siempre соn lo mismo, se van a bajar, en eso la rama donde estaban los changitos se quiebra, dos changitos se alcanzaron a agarrar, pero uno se dio un changazo. De pronto se levanta el león bien enojado queriéndo vengarse del changito, ya se levanta el changito sacudiéndose las manos mira al león y le dice:
¡ Sabes que vale, yo de plano me bajé porque aquellos se están poniendo muy pesados!