En una clase práctica de Derecho Civil (obligaciones y contratos), el profesor le dice a uno de sus mejores alumnos:
- Si usted tuviera intención de regalarle a alguien una naranja, ¿cómo lo haría?
- Tomá, te regalo esta naranja - respondió el alumno.
- ¡No no no! - dijo el profesor visiblemente contrariado, - ¡piense y actúe como un abogado!
El alumno aventajado recapituló y exclamó:
- ¡Ah bien!, yo le diría: En este acto, voluntariamente y de forma expresa, te cedo, para tu propio uso y disfrute, sin restricción alguna, todos mis derechos sobre esta naranja en todas sus partes, y en todo cuanto le fuere inherente, incluyendo la piel, la pulpa, el jugo y las pepitas, quedando bien entendido que podrás morderla, cortarla, congelarla o ejercitar cualquier otra acción, соn facultad de cederla a un tercero, en todo o en parte, соn pepitas o sin pepitas, y para que conste, a los efectos oportunos...
- ¡Aprobado!
Preguntas reales realizadas por abogados a testigos. IV.
- Doctor, ¿cuántas autopsias ha realizado usted sobre personas fallecidas?
- Todas mis autopsias las realicé sobre personas fallecidas.
- Cada una de sus respuestas ha de ser оrаl, ¿de acuerdo? ¿a qué escuela fue usted?
- Оrаl.
- ¿Está usted cualificado para proporcionar una muestra de orina?
- Lo he estado desde mi más tierna infancia.
- Doctor, antes de realizar la autopsia, ¿verificó si había pulso?
- No.
- ¿Verificó la presión sanguínea?
- No.
- Entonces, ¿es posible que el paciente estuviera vivo cuando usted comenzó la autopsia?
- No.
- ¿Cómo puede estar usted tan seguro, doctor?
- Porque su cerebro estaba sobre mi mesa, en un tarro.
- Pero, ¿podría, no obstante, haber estado aún vivo el paciente?
- Es posible que hubiera estado vivo y ejerciendo de abogado en alguna parte.