Chistes sobre películas y actores
Parece que Dios ya estaba acabando de crear el universo, pero todavía le quedaban un par de cosas por repartir, así que decidió hablar соn Adán y Eva.
Les dijo que una de las cosas que aún le quedaban era algo que permitiría, a quien lo tuviera, hacer pipí estando de pie.
- Realmente es algo muy útil, les dijo Dios, y estaba pensando si les interesaría a alguno de ustedes.
Adán empezó a dar saltos y le rogó,
-¡ Yo quiero eso! ¡Dámelo a mí, porque yo sé cómo usarlo! Me parece que es justo la clase de cosa que un hombre debe poder hacer. ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favoooooor! ¡Yo quiero eso!
Y seguía pidiendo, mientras tiraba una de las mangas de la túnica de Dios.
Eva sonrió al ver esa escena y le dijo a Dios que si Adán deseaba tanto eso, debería dárselo a él.
Así que Dios le dio a Adán la cosa que le permitiría hacer pipí de pie, y que lo tenía tan emocionado.
Apenas lo recibió, Adán fue corriendo a probarlo sobre un árbol,y después escribió su Nombre en la arena, mientras reía a carcajadas, encantado de lo que podía hacer соn su regalo.
Dios y Eva lo estuvieron mirando un rato, y entonces Dios le dijo a Eva,
- Bien, aquí tienes la otra cosa que tengo para repartir, y que creo que te pertenece.
-¿ Y cómo se llama??, preguntó Eva.
- Cerebro?, dijo Dios.
En una clase práctica de Derecho Civil (obligaciones y contratos), el profesor le dice a uno de sus mejores alumnos:
- Si usted tuviera intención de regalarle a alguien una naranja, ¿cómo lo haría?
- Tomá, te regalo esta naranja - respondió el alumno.
- ¡No no no! - dijo el profesor visiblemente contrariado, - ¡piense y actúe como un abogado!
El alumno aventajado recapituló y exclamó:
- ¡Ah bien!, yo le diría: En este acto, voluntariamente y de forma expresa, te cedo, para tu propio uso y disfrute, sin restricción alguna, todos mis derechos sobre esta naranja en todas sus partes, y en todo cuanto le fuere inherente, incluyendo la piel, la pulpa, el jugo y las pepitas, quedando bien entendido que podrás morderla, cortarla, congelarla o ejercitar cualquier otra acción, соn facultad de cederla a un tercero, en todo o en parte, соn pepitas o sin pepitas, y para que conste, a los efectos oportunos...
- ¡Aprobado!
Una vez un tipo entra a una tienda de revistas y le dice al vendedor:
Disculpe señor, busco un libro lleno de emoción que uno al leerlo sienta una gran atracción a él, y que no pueda dejar de leerlo.
Entonces el vendedor le dice:
Sí señor, tengo lo que busca, este es un libro que lo atrapara de principio a fin, este libro trata de asesinatos que se suscitan en una mansión y nadie puede resolver el misterio de quién era el asesino.
Entonces, el señor mostrando interés en el libro le dice:
Perfecto, me parece perfecto ese libro, ¿cómo se llama?
Así, déjeme ver el libro, se titula el Mayordomo Asesino.
En una montaña vivían dos personas соn lagunas mentales, cada una en diferente cabaña. Un día uno fue a visitar al otro, ellos no se llamaban el uno al otro por su nombre siempre usaban el sinónimo de locos, llega uno y toca la puerta.
De pronto el que está adentro le contesta:
No estoy.
Y se vuelve a repetir la acción y el otro le contesta:
No estoy, lосо, no estoy.
Y luego le dice el que estaba tocando:
Que mala suerte tiene este lосо, yo que le traía $300.
Y le dice, el otro de adentro que supuestamente no estaba, déjame ir a buscarme a lo mejor me encuentro.
Y al momento llega el otro y dice:
Ya regresé, acá estaba, lo que pasa es que no me había visto, pero ya me encontré.
Y luego dice el otro:
Uff, hasta ahora tu regresas, pero yo ya me fui.