Un hombre va a un bar, y dice соn voz seria y enfadado:
Deme una cerveza, o sino...
Y el camarero asustado le interrumpe:
Vale, vale, aquí la tiene.
Después llega un niño pequeño y le dice:
¿ Me puede poner una coca cola?
¡ No!, responde el camarero.
Al día siguiente llega otra vez el hombre del día anterior y le vuelve a decir:
Deme una cerveza, o sino...
Y el camarero le vuelve a decir asustado:
Vale, vale, aquí la tiene.
Después vuelve a llegar el mismo niño del día anterior, y no le da la coca cola, cuando la pide.
Al otro día, vuelve a llegar el hombre, y le repite lo mismo, el camarero asustado se la pone corriendo. Después llega el niño, y le dice соn una voz suave y un poco trémula:
Deme una coca cola o sino...
El camarero le interrumpe, y dice:
O sino, ¿Qué?
Y el niño asustado le dice:
O sino una Pepsi.
Había una vez unos compadres que estaban tomando cerveza y platicando. Un compadre le dice al otro:
Oiga compadre, y cómo le fue en su viaje a la selva, ¿No le pasó nada?
Pues, fíjese que sí compadre, cuando llegué, estaba allí en la selva muy tranquilo cuando me empezó a seguir un león.
¿ Y qué hizo, compadre? Pregunta el otro compadre.
Pues yo compadre, hice lo que cualquier otra persona hubiera hecho, yo empecé a correr, pero después que sale otro león y otro león.
¿ Qué hizo compadre? Dice el otro.
Pues yo no más corría y corría y mira, va que se iban cayendo los leones detrás de mí, se volvían a parar y se volvían a caer, y yo seguía corriendo.
Le dice el otro compadre:
Y, ¿No se cagó del susto compadre?
Pues, ¿En qué cree que se estaban resbalando los leones cuando se cayeron?