Un señor vendía naranjas en un caballo y lo maltrataba mucho. Un día el caballo se reveló y le habló a un comprador (a escondidas del amo)y le dijo:
- Este me tiene cansado, yo paso hambre, sed, trabajo todo el día, siempre me tiene amarrado, me voy a morir del cansancio.
El comprador sorprendido le dijo:
- Que raro, un caballo que habla, bueno y si tú hablas, ¿Por qué no le dices tu problema?
El caballo contestó:
- ¿Estás lосо? ¡Si él sabe que hablo me pone a vocear naranjas, naranjas, vendo naranjas baratas!
Tres elefantes caminaban por el desierto uno tras otro, entonces el primer elefante dice:
Cómo me gustaría tener una trompota, una trompota de unos 10 metros.
Preguntan los otros dos, ¿y para qué?
Para enterrarla, sacar agua, regar y fresco.
Al rato dice el segundo elefante:
Cómo quisiera tener unas orejotas, orejotas de 10 metros cada una.
Y dicen los otros dos:
¿ Y para qué?
Para agitarlas, soplar fuerte y fresco.
Al rato dice el último:
Cómo me gustaría tener unas pestañotas, pestañotas, pestañotas de unos 5 metros cada una. Preguntan los otros dos, ¿y para qué?
Y contesta:
¡ No más de loca!