Chistes de curas

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Un joven que trabaja en el circo se confiesa y el cura le pregunta:
- ¿En qué trabajas?
- Soy acróbata.
- No sé qué es eso. ¿Podrías hacerme una demostración? El chico hace algunos ejercicios y un par de saltos mortales. Dos señoras que estaban esperando para confesarse, se miran azoradas, y una le dice a la otra:
- Si estas son las penitencias de hoy, debíamos haber venido соn pantalones

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El señor cura dice a los feligreses:
-¡ Aquí hay muchos pecadores y seguro irán al infierno ! ¡ vamos a hacer un experimento, voy a lanzar esta plumita al aire y al que le caiga estará condenado al fuego eterno !
El cura lanzó la pluma al aire y empezaron todos nerviosos a soplar cuando la pluma se acercaba a uno de ellos, y así andubo la pluma flotando en el aire hasta que por fin cayó sobre el cura.
Dijo el cura enojado:
-¡ No se vale, no se vale ! ¡ va de nuevo !

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Le dice un cura a otro:
- El otro día leí que que van a dejar casarse a los curas!
- No me creo nada, eso no lo verán ni nuestros nietos!

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Era un santo realmente preocupado porque no tenía seguidores, es decir, nadie le rezaba. Se fue a hablar соn Dios y este le aconsejó que hiciera tarjetas y las repartiera para darse publicidad, aunque extrañamente también le dijo también que no se las diera a mujeres de vida fácil ni a gаys. Tras esa historia te pregunto: ¿Cómo se llama el Santo? Aahh, ya veo... ¿no lo sabes? Eso es que no te dieron tarjeta, ¿no?

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Sacerdote, finalizando el sermón antes de la colecta:
- El Señor acepta lo que sea, соn tal de que se le dé соn buena voluntad, pero también recibe lo que se da a regañadientes.

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Tenía tan mal oído, que cuando el sacerdote le pidió el sí durante la ceremonia de su boda, él dio el fa.

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La señora vuelve de la iglesia y le cuenta a su marido:
- Querido, he ido a confesarme. Le he dicho al Padre que en Semana Santa procuro que no entre en mi cuerpo ni un sólo pedazo de carne...
-¿ Cómo? ¡Te ruego que me respetes y que hables al señor cura de una forma correcta! ¡Debe usar otras palabras para expresarte!

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El monaguillo, interrumpe en el medio de la misa y grita a todo trapo:
-¡ Es un milagro. Alabado sea el señor. Su sangre hierve! En esto va el cura y tras hacerle unos cuantos gestos finalmente le dice entre dientes:
- Calla atontado, que hierve ni que hierve. Mira que catarrazo tengo, le eché frenado al vino.

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El joven confiesa al cura que las mujeres de la comunidad le tientan continuamente. El cura le dice:
- Resiste jovencito, y tendrás tu recompensa en el cielo. La cosa parece calmarse. Pero cuando es el turno de una espléndida pelirroja que canta en el coro, el jovencito vuelve al cura y le dice:
- Reverendo, no sé cómo lo podré resistir. A propósito, ¿cuál cree usted que será la recompensa que yo recibiré en el Cielo? Y el Padre responde:
-¡ Una montaña de heno, pedazo de asno!

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Va un hombre al médico por problemas de erección y le dice:
- Entonces Doctor, соn este condón de lana se curará mi impotencia?
- No, pero le sudará la po...!!

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- Sí bwana reverendo. Ahora comprendo que era gran pecado para mí tener cinco mujeres. Pero tú seguro contento de saber que me he comido las cuatro que sobraban.

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En el confesionario:
- Padre, he cometido el pecado de la carne.
- Es grave, hijo mío. ¿Cuántas veces?
- ¡Padre, yo he venido a confesarme, y no a fanfarronear!

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Un joven y un pastor protestante se conocen en el vagón de un tren.
Horas más tarde, el jovencito ha rechazado todos los ofrecimientos del pastor sobre una revista, una bebida, un cigarrillo, etc. Responde invariablemente:
- ¡No, gracias! No leo... No bebo... No fumo...
- Joven, admito sus principios. Me gustaría presentarle a mi mujer y a mi hija, que están en el vagón de aquí al lado. Y el jovencito sigue impasible:
- ¡No, gracias: soy vegetariano!

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- Padre vengo a confesarme
- Dime hija mia!
- Le hice sеxо оrаl al cura del otro pueblo.
- Mal hecho hija, tu sabes que tu parroquia es esta.

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Una chica entra en una iglesia sin la camisa. En esto le dice un cura:
- Señorita, usted no puede entrar aquí así.
- Pero padre, no tengo el derecho divino?
- Si, y el izquierdo tambien, pero no puedes entrar.

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El capitán dijo:
- Subid las velas! Y abajo se quedaron a oscuras.

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Estaba el cura en la misa y dice:
- Vamos a rezar por las partes enfermas del cuerpo... En esto un viejecito se agarra el pene y le dice la mujer:
- No seas тоnто, que esta es misa de sanación, no de resurrección!

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Un cura es enviado a Alaska. Un obispo lo va a visitar un año más tarde y le pregunta:
- ¿Y cómo le va por acá?.
- Bueno, si no fuera por mi rosario y mis dos whiskys al día, estaría perdido. A propósito, ¿gusta un whisky?.
- Sí, por favor.
- ¡Rosario!. ¡Tráele un whisky al obispo!.

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