Se va al infierno; un mujeriego, un borracho y un fumador. Al llegar fueron recibidos por el diablo. Entonces el diablo les dice:
- No se preocupen muchachos, aquí en el infierno todo es felicidad, vida y miren para que vean que aquí todo es felicidad. A ti mujeriego te voy a dar un dormitorio lleno de hermosas mujeres; a ti borracho te doy un dormitorio lleno de cajas de cerveza, y a ti fumador te doy una tonelada de cajetillas de cigarrillos y yo regreso dentro de 10 años a ver como se encuentran.
Se cumplieron los 10 años y el diablo regresa como había prometido, entonces abre la puerta del dormitorio del mujeriego y lo encuentra feliz y el mujeriego le dice diablo:
- Dame más mujeres que estas ya me han aburrido.
Y le da más mujeres, luego va a ver al borracho y lo encuentra соn las 2000 cajas de cervezas vacías соn una botella en mano, entonces el borracho le dice:
- Diablo mándame más cervezas que me han quedado cortas.
Y el diablo le da más cerveza, luego va a ver al fumador y lo encuentra muy molesto y el diablo le pregunta:
- ¿Qué pasa, te veo molesto? ¿Por qué si te he dado una tonelada de cigarrillos?
Entonces, responde el fumador:
- Sí, pero te olvidaste de darme los fósforos.
Cierto día un cura iba a cruzar la calle cuando de pronto, un conductor que iba muy deprisa, le pasa muy cerca, tan cerca que lo salpicó todo al pisar por un charco de barro.
El chofer se detiene para disculparse, y le dice:
- Disculpe padre, no lo vi.
- No hay cuidado hijo, a cualquiera le pasa, fue un accidente.
- Pero padre, ¿no me va a decir nada? mire como lo dejé.
- Pero claro que no, hijo, sólo te pido un favor.
- Pero claro que sí, solo pídalo padre, solo pídalo.
- Gracias hijo, solamente decile a tu mamá que cuando vuelva a parir me guarde un cachorrito!
Yendo de viaje por la carretera, paré en una gasolinera para cargar combustible y aproveché para entrar al baño.
El primer retrete estaba ocupado, y pasé al siguiente. En cuanto me senté en la taza, el señor de al lado dijo:
- Hola, ¿qué haces?
No acostumbro platicar соn desconocidos y menos en el baño, pero mi calidad de viajero incógnito me animó a contestar:
- Pues aquí, de viaje hacia el norte.
- ¿Y se puede saber de qué se trata? - preguntó el señor de al lado.
- Sí, claro - contesté un poco forzado. No es ningún secreto, voy a Monterrey.
- Supongo que andas detrás de algún buen negocio - dijo el señor соn seguridad.
- Sí, bueno - contesté totalmente arrepentido de haber dado pie a esta conversación. Eso espero ya que las posibilidades no son malas.
- ¿Sabes qué? - respondió enojado el señor, luego te hablo, aquí al lado hay un idiота que responde a todo lo que te pregunto.
Moraleja:
Limítense a hacer lo que corresponde de acuerdo al lugar en donde está:
Si va a la mesa, coma.
Si va a la cama, duerma.
Y si va al baño...¡No hable!