Chistes de religión, Chiste de religión, Chistes religiosos

Este es un tipo rico que muere y se va al cielo. Ahí lo recibe San Pedro y le encomienda a un ángel que le enseñe su nuevo hogar, el tipo emocionado se pregunta como será, será una mansión de lujo o un palacio ya que, en el cielo no podría haber pobreza. Pasaron por un palacio bellísimo, соn columnas de oro, adornado соn diamantes, digno de un rey. El hombre emocionado le pregunta al ángel:
-¿ Aquí voy a vivir?
Y el ángel contesta:
- No, más adelante está, sigamos.
Luego vio otra mansión hermosa соn jardín, piscina, digna de un príncipe y emocionado pregunta:
- Angel, ¿Aquí sí voy a vivir?
Y el ángel contesta:
- No, más adelante.
El tipo ya extrañado siguió el camino y vio una casa mediana соn jardín y bastante bonita y pensó, bueno al menos es cómoda y dijo:
-¿ Angel, viviré aquí?
El ángel le dijo:
- No, más adelante.
Y el tipo ya decepcionado siguió y más adelante vio una casita pequeña, dos habitaciones sin jardín pero habitable y le preguntó:
-¿ Angel, es aquí?
Y el ángel responde:
- No, más adelante.
Siguieron su camino y luego vieron una casita de lodo y varas, un solo cuarto, cocina соn leña, pequeñita casi inhabitable y asustado pregunta:
-¿ Angel, aquí?
El ángel contesta:
- No, ya casi llegamos.
El hombre muy asustado lo siguió y al final de la calle ven un pequeño espacio соn cuatro palos y un techo de ramas, sin paredes y el piso era el suelo simplemente y el hombre preguntó:
- Angel, ¿No me digas que aquí voy a vivir?
Y el ángel contestó:
- Pues sí hermano, es que соn lo que tú nos mandaste de allá abajo apenas alcanzó para esto.

Llevan a Emily de emergencia al hospital pues ha sufrido un paro cardíaco. La llevan de inmediato al quirófano, y en medio de la operación, Emily tiene una experiencia de ultratumba. Se ve así misma caminando por el famoso túnel y al final esta Dios esperándola. Al verlo Emily le dice:
- Dios mío, te agradezco la vida que me diste, a pesar de que muero a los 62, no tengo de que quejarme.
Dios le contesta:
- Emily, aún te quedan 40 años de vida, disfrútalos.
Al oír esto Emily despierta en su cuarto de hospital. Allí decide que si va a vivir 40 años más, pues se los disfrutará. Se hace una cirugía plástica, se pone implantes de silicona, se hace liposucción, en fin queda como una joven de 20. Al fin es dada de alta del hospital y al salir, viene una ambulancia y la mata.
Llega Emily de nuevo frente a Dios y le dice:
- Señor, me dijiste que viviría 40 años más.
A lo que Dios le contestó:
- Ay, perdóname Emily, fue que no te reconocí.