Un grupo de amigos de 40 años de edad se junta para cenar y luego de discutir dónde ir, deciden ir al restaurante "La Buena Mesa", porque las camareras están muy buenas.
Cuando cumplen 50, nuevamente se juntan, y deciden ir otra vez a "La Buena Mesa", porque la comida es muy buena y tiene una extensa carta de vinos.
A los 60, van de nuevo al mismo restaurante, porque allí se puede cenar tranquilamente y no se permite fumar.
Cumplidos los 70, la decisión es ir a "La Buena Mesa", pues tiene facilidades para sillas de ruedas y un ascensor.
Diez años después, соn 80, tras la habitual discusión, eligen ir a "La Buena Mesa", dado que nunca habían ido a ese restaurante antes.
Javier se dirigía a la casa de Juanito, porque quería pedir prestada una guitarra, cuando llegó a la mitad de la cuadra, pensó... ¿y si no me la presta?... ¿qué hago?... ¡no, mejor sigo! Y cuando avanzó unos cien metros se quedó quieto y pensó... ¿y si me dice que la tiene prestada?... ¡no, mejor sigo!, avanzó otros cien metros, y se detuvo nuevamente, y pensó... ¿y si me dice que tiene las cuerdas rotas?... ¿y si él no está? ¿y si vine a perder el tiempo?... ¿me devuelvo?... ¡no, mejor sigo! Hasta que por fin llegó a la casa de Juanito, tocó a la puerta, y justamente lo atiende Juanito y Javier le dice:
¿ Sabís que más? ¡No me prestís tu estúpida guitarra!