El célebre violinista polaco Juan Petnicoft, de paseo por la selva de África, se pierde.
De pronto, ¡ve un león! El violinista recuerda el dicho: ?La música calma a las fieras?.
Desenfunda su violin y desgrana una bellísima melodía.
Comienzan a acercarse otros leones. Lentamente, se han acercado docenas de leones. Se ha formado una verdadera platea de leones sentados alrededor del violinista.
- ¡Dios mío, jamás pensé que este violín iba a salvarme la vida!
En ese momento, un león enorme aparece de entre
Los arbustos. De un empujón, aparta a los leones que estaban sentados, se arroja violentamente sobre el violinista y se lo come.
Uno de los leones, todavía conmovido, comenta:
- ¡Ya sabía yo que el sordo nos iba a arruinar el concierto!
Un camionero se encontraba trasladando a un grupo de pingüinos hacia el circo. Al pasar por un pueblo, se le estropeó el camión. Ante el temor de que no llegasen a tiempo los animales, le dijo a un pueblerino que pasaba por allí:
- Oiga, ¿le importaría llevar a estos pingüinos al circo?, le doy cien euros.
- Sí, hombre, ahora mismo voy.
El caso es que el camionero arregló su camión, se dirigió al circo y preguntó:
- ¿Han llegado los pingüinos?
- Qué pingüinos, si aquí no ha venido nadie...
El hombre del camión regresa al pueblo y, en el camino, se encuentra a los pingüinos en fila, соn el aldeano por detrás соn una vara.
- Pero, hombre, ¿no le di cien euros para que llevara a los pingüinos al circo?
- Sí, señor, y соn los 50 que han sobrado, los llevo al cine.
Un señor va de cacería a África y se lleva a su perrito para no sentirse solo. Un día, ya en la expedición, el perrito, correteando tras unas mariposas, se aleja del grupo, se extravía y comienza a vagar solo por la selva.
En eso que ve a lo lejos que viene una pantera enorme a toda carrera. Al ver que la pantera lo va a devorar, piensa rápido qué hacer.
Viendo un montón de huesos de un animal muerto, empieza a mordisquearlos. Entonces, cuando la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice:
- ¡Ah!, ¡qué rica pantera me acabo de comer!
La pantera lo alcanza a escuchar y frenando en seco, gira y sale despavorida pensando: ¡Quien sabe qué animal será ese, no me vaya a comer a mí también!
Un mono que andaba trepado en un árbol cercano y que había visto y oído la escena sale corriendo tras la pantera para contarle cómo la engañó el perrito:
- Cómo serás de estúpida. Esos huesos ya estaban ahí, además es un simple реrrо.
El perrito alcanza a darse cuenta de la putada que le hace el mono.
Después que el mono le contó a la pantera la historia de lo que vio, ésta última muy brava le dice al mono:
- ¡Súbete a mi espalda, vamos donde ese реrrо a ver quién se come a quién!
Y salen corriendo a buscar al perrito. El perrito ve a lo lejos que viene nuevamente la pantera, y esta vez соn el mono chismoso.
- ¿Y ahora qué hago? -piensa todo asustado el perrito.
Entonces, en vez de salir corriendo, se queda sentado dándoles la espalda como si no los hubiera visto, y en cuanto la pantera está a punto de atacarlo de nuevo, el perrito dice:
- ¡Este mono hijo de рuта!, hace como media hоrа que lo mandé a traerme otra pantera y todavía no aparece!
Moraleja:
"En momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento". Procura ser imaginativo como el реrrо, evita ser еsтúрidо como la pantera, pero nunca seas tan HP como el mono.