Un hombre al regreso de su granja, decide traer dos pollitos recién nacidos para regalárselos a sus hijos.
Después de subir al avión, recuerda que no puede llevar ninguna clase de animales en el viaje. El hombre va al baño y esconde los pollitos dentro de su pantalón, dejando abierta un tanto su bragueta para que los animales tengan un poco de aire.
Va de nuevo a su silla que está justo al lado de unas monjitas y se acomoda tranquilamente. El hombre se queda dormido y las monjitas empiezan a notar ciertos movimientos excitantes en las las partes nobles del señor, y naturalmente la curiosidad las lleva a no perder detalle de lo que ocurre en ese pantalón, pues esto era completamente novedoso para ellas.
Un poco más adelante, los pollitos logran sacar sus cabezas ante los ojos de las aterradas monjas quienes deciden sacudir al hombre:
-¡ Caballero, caballero, despierte...!
-¡ Que ocurre! ¿Que es tanto escándalo? -Pregunta el dueño de los pollitos, a lo que una de las monjitas responde:
- Mire señor, nosotras no sabemos mucho de hombres, pero... ¡creemos que se le han reventado los huеvоs!
Un tío llega соn una mujer guapísima a la joyería Tiffany's, y juntos escogen una joya de 50.000 euros para ella. Al pagar la cuenta, el hombre saca su talonario. El vendedor pone cara de preocupación, pues
Es la primera vez en su vida que ve a aquel sujeto. El cliente que percibe su gesto, le dice:
- Veo que está pensando que el cheque puede no tener fondos, ¿cierto?. Pues bien, vamos a hacer lo siguiente, como hoy es viernes y el banco ya está cerrado... quédese соn el cheque y соn la joya. El lunes, tan pronto haya cobrado el cheque, mande entregar la joya a la casa de la señorita ¿OK?.
El vendedor se queda tranquilo, y el lunes, al intentar cobrar el cheque, efectivamente constata que no tiene fondos. El vendedor
Telefonea al cliente, quien le responde:
- Puede romper el cheque, ya me la tiré. Gracias por la colaboración.
Diario de ELLA
El domingo por la noche lo encontré raro. Habíamos quedado en un bar para tomar una copa. Estuve toda la tarde de compras соn unas amigas y pensé que era culpa mia, porque llegué un poco tarde, aunque él no hizo ningún comentario.
La conversación no era muy animada, así que le propuse ir a un lugar más intimo para poder charlar más tranquilamente.
Fuimos a un restaurante y el seguía portándose de forma extraña. Estaba como ausente. Entonces pensé que sería culpa mía por el retraso, o quizás algo más serio rondaba por su cabeza.
Le pregunté y me dijo que no tenia nada que ver conmigo. Pero no me quedé convencida.
En el camino de regreso a casa, en el coche, le dije que lo quería mucho y el se limito a pasarme el brazo por los hombros, sin contestarme. No se como explicar su actitud porque no me dijo que él también me quería.
Llegamos por fin a casa y en ese momento pensé que quería dejarme. Por eso intenté hacerle hablar, pero encendió la tele y se puso a mirarla соn aire distante, como haciéndome ver que todo había acabado entre nosotros. Por fin desistí y le dije que me iba a la cama.
Mas o menos diez minutos mas tarde, él vino también y, para mi sorpresa, correspondió a mis caricias e hicimos el amor. Pero seguía teniendo un aire distraído.
Después quise afrontar la situación , hablar соn él cuanto antes, pero se quedó dormido. Empecé a llorar y lo hice durante horas hasta que quedé dormida.
No se que hacer. Estoy casi segura que sus pensamientos están соn otra mujer. Mi vida es un autentico desastre.
Diario de ÉL
Perdió Boca. Bue, al menos... me eché un polvo
En un restaurante...
- Buenas señor, ¿qué quiere usted?
- Pues mire, yo quiero ser rico, famoso, vivir en una isla...
- No, no, perdone, ¿qué desea?
- Pues yo deseo a aquella rubia de la esquina, una limosina y mucho, pero mucho dinero...
- Señor, a ver si nos entendemos. ¿Qué va a tomar usted de almuerzo esta tarde?
- ¡Ah, bueno! ¿Qué hay?
- Pues nada, aquí encabronado sirviendo, ya ve