Un día un pordiosero se dirigió hacia la ventanilla de un lujoso automóvil Mercedes Benz que estaba detenido en un semáforo, ocupado por un elegante y próspero caballero, y se entabla el siguiente diálogo:
Señor, ¿podría regalarme cien pesos para comer?
- Pero, ¿no te los irás a beber, verdad? - No señor, nunca en mi vida he bebido alcohol.
- Entonces, ¿te lo vas a gastar en cigarrillos? - No señor, no fumo, ni nunca lo he hecho.
- ¿Te los vas a gastar mejor jugando y apostando соn los otros pedigüeños? - De ninguna manera. Nunca juego ni apuesto nada.
- ¿Te los piensas gastar en mujeres, acaso? - Jamás he salido соn ninguna mujer que no fuera mi novia, convertida luego en mi esposa hasta que me abandonó.
- Entonces toma, no cien, sino mil pesos. Pero vente a comer a mi casa. Quiero invitarte a una buena comida casera y así podrás ahorrarte los cien pesos.
El pordiosero, sorprendido, sube al impresionante auto y ya en el camino pregunta: - Oiga, señor, ¿no se enojará su esposa al ver llegar a alguien como yo y que se siente a la mesa a comer?
- Probablemente sí -contesta el rico- pero valdrá la pena. -
-¿ Por qué, señor?
- Tengo interés en que ella vea en qué se convierte un hombre que no bebe, no fuma, no juega, no baila, ni sale соn mujeres que no sea su esposa..
- Jaimito amaneció соn una cruda en un parque.
Poco a poco se le fueron viniendo las imágenes de lo que sería un fin de semana de locura. Jaimito se fue a su casa, se puso ropa, y ante la cruda moral, no le quedó otra de más que ir a la iglesia соn la intención de confesarse, porque se sentía muy arrepentido de lo sucedido.
- Cura: Bienvenido a la casa del Señor. Por favor y junio, dime tus pecados.
- Jaimito: Padre, he venido porque la verdad tuve un fin de semana de locura y pues, me confieso que, me robe una gallina.
- Cura: ¡Demonios, Jaimito! Recuerdo todas las locuras que has hecho en tu vida, y robar no es algo característico en ti. Por favor, reza 6 padrenuestros y 10 aves marías y que devuelvas el ave a su dueño.
- Jaimito: Pero padre, usted no lo entiende. El hambre es **** en la pega. Lo siento, pero, me comí la gallina.
- Cura: Pero, ¡que demonios! Reza 10 padrenuestros y 20 aves marías. Además, quiero qué hagas gárgaras соn agua
Bendita, y dale 20 dólares al dueño de la gallina.
- Jaimito: Ok, perfecto, pero padre, tengo un pequeño problema. Estaba muy borracho cuando la robe, que no recuerdo ni a quien se la quité.
- Cura: Pero, ¡que demonios! ¡¿Que clase de ser humano eres?! Ahora te voy a pedir que reces un rosario completo, que hagas gárgaras соn agua bendita, que agarres 20 dólares y a la primera persona que te encuentres al salir de la iglesia, se lo das en penitencia.
- Finalmente, después de rezar y hacer todas las diligencias que le encargó el padre, Jaimito sale de la iglesia. Después de caminar varias cuadras, Jaimito se encontró соn una mujer. Ella era una dama de esas que se dedican a la vida alegre, o sea, una prostituta. Jaimito, dispuesto a cumplir соn el resto de su penitencia, le da el dinero a la mujer.
- Jaimito: Tome, amiga, 20 dólares.
- Prostituta: No, papacito, son 50 dólares.
- Jaimito: ¡Ey! Pero ¿cómo que 50 dólares? El padre me dijo que 20.
- Prostituta: No, amiguito, son 50 dólares. El padrecito es cliente de hace muchos años, por eso le hago descuento.