Que importante es saber argumentar!
Una empleada doméstica pidió aumento de sueldo.
A la señora no le sentó muy bien la solicitud, así que le preguntó:
- María, ¿por qué crees que mereces que te aumente el sueldo?
- Señora, hay tres razones:
La primera es que yo plancho la ropa mejor que usted.
- ¿Quién te ha dicho que planchas mejor que yo?
- Su esposo, señora.
- ¡OH, vaya!
- La segunda razón es que yo cocino mejor que usted.
- Eso es puro cuento, ¿quién te ha dicho que cocinas mejor que yo?
- También su esposo, señora.¡
- ¡Ah, caramba!
- Y la tercera razón, y la más importante, es que yo soy mejor que usted en la cama.
Al oírlo, la señora, completamente descompuesta y gritando le pregunta a la empleada:
- ¿Mi esposo te ha dicho eso?
- No, señora .... de momento sólo me lo ha dicho el jardinero.
La señora le aumentó el sueldo
Chiste: Estafa.
- Estaban Pepito y Jaimito conversando en un bar.
- Pepito: Jaimito, ¿qué planes tienes para estas vacaciones? Pienso salir de viaje.
- Jaimito: No lo sé, Pepito. Fui víctima de una estafa y me queda poco dinero.
- Pepito: ¿En serio? ¿Qué clase de estafa?
- Jaimito: Esta es una estafa que esta cayendo mucha gente, incluyendo yo como un idiота. Lo hacen en estacionamientos de grandes centros comerciales y esta estafa funciona así: Dos chicas entre 23 y 26 años se acercan a tu carro mientras guardas las compras y empiezan a limpiarte el parabrisas. Cuando terminan de hacerlo, tú le ofreces propina y ella no acepta. A cambio quieren que las lleves a otro supermercado cercano. Si aceptas, suben y se acomodan en el asiento trasero. Mientras conduces, comienzan соn juegos lésbicos. Cuando llegas al centro comercial, una de ellas haciéndose la agradecida se sube al asiento delantero y te practica **** оrаl, mientras la otra se roba tus compras. Соn este ingenioso sistema, me robaron el martes, miércoles, 2 veces el jueves y otras 2 el sábado y probablemente mañana por la mañana y por la tarde vuelva a caer.
- Jaimito: Ten mucho cuidado, Pepito. Trata de comentarle esto a todos tus conocidos para que no nos sorprendan. Por lo pronto, yo ya me voy. Me voy de compras.