Chistes de profesiones y trabajos, Chistes de trabajo
Un señor que va en su auto y se percata de que está perdido, maniobra y pregunta a alguien en la calle:
- ¡Disculpe!, ¿podría usted ayudarme? He quedado de encontrarme a las 2:00 соn un amigo, llevo media hоrа de retraso y no sé dónde me encuentro!
- Claro que sí -le contesta- se encuentra usted en un automóvil, a unos 7 Km. del centro de la ciudad, entre 40 y 42 grados de latitud norte y 58 y 60 de longitud oeste.
- Es usted ingeniero, ¿verdad? -dice el del coche.
- Sí señor, lo soy. ¿Cómo lo ha adivinado?
- Muy sencillo, porque todo lo que me ha dicho es ?técnicamente correcto?, pero ?prácticamente inútil?: continúo perdido, llegaré tarde y no sé qué hacer соn su información.
- Usted es político, ¿verdad? -pregunta el de la calle.
- En efecto -responde orgulloso el del coche- ¿cómo lo ha sabido?
- Porque no sabe dónde está ni hacia dónde se dirige, ha hecho una promesa que no puede cumplir y espera que otro le resuelva el problema. De hecho, está usted exactamente en la misma situación que estaba antes de preguntarme, pero ahora, por alguna extraña razón parece que la culpa es mía.
Refieren las crónicas que en 1994 se celebró una competencia de remo entre Japón y la Argentina. Los remeros japoneses se destacaron desde el comienzo. Llegaron a la meta una hоrа antes que el equipo argentino.
De regreso en la Argentina, el Comité Ejecutivo se reunió para analizar las causas de tan desconcertante e imprevisto resultado. Las conclusiones fueron:
1) En el equipo japonés había un jefe de equipo y diez remeros.
2) En el equipo argentino había un remero y diez jefes de equipo.
La decisión pasó a la esfera de planificación estratégica, соn una reestructuración que calaría en lo más profundo de la delegación.
En 1995, producida la largada de la nueva competencia, el equipo japonés volvió a adelantarse desde el comienzo. Esta vez el equipo argentino arribó a la meta dos horas más tarde. El nuevo análisis del Comité Ejecutivo arrojó los siguientes resultados:
1) En el equipo japonés había un jefe de equipo y diez remeros.
2) En el equipo argentino, luego de los cambios introducidos por el Departamento de Planificación Estratégica, la composición era la siguiente:
- Un jefe de equipo.
- Dos asistentes del jefe de equipo.
- Siete jefes de sección.
- Un remero.
La conclusión del Comité fué unánime y lapidaria:
"El remero es un incompetente"
En 1996 se le presentó una nueva oportunidad al equipo argentino. El Departamento de Nuevas Tecnologías y Negocios había puesto en marcha un plan destinado a mejorar la productividad, introduciendo novedosas modificaciones en la organización que generarían, sin lugar a dudas, incrementos substanciales de efectividad, eficiencia y eficacia.
Serían la llave del éxito, el broche de oro de un trabajo que humillaría al mismísimo Peter Drucker.
El resultado fué catastrófico.
El equipo argentino llegó tres horas más tarde que el japonés.
Las conclusiones revelaron datos escalofriantes:
1) Para desconcertar, el equipo japonés optó por la alineación tradicional: un jefe de equipo y 10 remeros.
2) El equipo argentino utilizó una novedosa formación vanguardista, integrada por:
- Un jefe de equipo.
- Dos auditores de calidad total.
- Un asesor de empowerment.
- Un supervisor de downsizing.
- Un analista de procedimientos.
- Un tecnólogo.
- Un contador.
- Un jefe de sección.
- Un apuntador de tiempos.
- Un remero
Luego de varios días de agotadoras reuniones y profundo análisis, el Comité decidió castigar al remero quitándole "todos los bonos e incentivos por el fracaso alcanzado".
En la reunión de cierre, el Comité junto соn los accionistas representativos, concluyeron:
"Recurriremos a la contratación de un nuevo remero, pero a través de un contrato de outsourcing, соn el objeto de no tener que lidiar соn el sindicato y de no estar atado a convenios laborales anquilosados, que sin duda degradan la eficiencia y productividad de los recursos."
De la anterior historia se desprenden cuatro moralejas:
1) No hay justicia en los juegos olímpicos.
2) Existen japoneses соn mucha suerte.
3) Los argentinos no pasaban por un buen momento.
4) El remero era reactivo en lugar de ser proactivo. Era vago y no se apegó a la misión, visión, objetivos, estrategias y tácticas del sistema y por si fuera poco no supo trabajar en equipo.
¿ Cómo se comportan un ingeniero, un físico y un matemático si hay un incendio en su casa?
- Al ingeniero le despierta el olor del humo, se levanta de la cama y observa el fuego en el pasillo. Vuelve a su habitación, coge la papelera, la llena de agua en el cuarto de baño, apaga el fuego tirándole el agua encima, y se vuelve a la cama. Problema resuelto.
- El físico también se despierta соn el olor del humo. Se levanta, observa el fuego, calcula su altura y la temperatura aproximada. Busca una boca de riego y averigua la presión соn la que sale el agua. Consigue una manguera, y, minimizando el gasto de energía, lanza un chorro соn la manguera, соn la menor cantidad posible de agua que consiga apagar el fuego. Apaga el fuego y se vuelve a la cama a dormir. Problema resuelto.
- El matemático huele el humo y deduce que pude haber un fuego en su casa. Sale al pasillo y comprueba que efectivamente se está quemando. Se queda pensativo unos instantes y comprueba que dispone de agua suficiente para apagarlo. Se va a la cama: sabe que el problema tiene solución.