Un soldado norteamericano, después de haber permanecido año y medio en el Vietnam, consigue una licencia de quince días. Lосо de alegría llega a Chicago, donde su mujer le recibe соn grandes muestras de afecto. Después de una velada muy animada, se duermen enervados y felices. Pero, hacia el alba, la mujer comienza a soñar en voz alta y grita:
-¡ Querido, están llamando! ¡Es mi marido! Y el soldado reacciona inmediatamente, movido por la fuerza de la costumbre, salta de la cama, recoge sus ropas y corre a esconderse en el armario.
Eran 2 americanos que deciden hacer negocio en un pueblo de gallegos instalando un equipo de puenting. Соn todo listo, muchos gallegos se acercan para ver la demostración de la nueva atracción. El primero salta, da соn el tope de la cuerda y luego regresa arriba, aunque traía unos cortes y arañazos. El amigo quiso cogerlo pero no pudo y vuelve abajo. La cuerda elástica hace el trabajo y tras bajar vuelve a subir, esta vez соn unos buenos chichones y sangrando. El amigo quiere cogerlo pero se le vuelve a escapar. Se repite la operación y esta vez lo coge, pero el tipo tenía un estado lamentable, huesos rotos, muchas sangre, medio inconsciente...
-¿ Pero qué ha pasado, la cuerda iba demasiado larga? Casi no daba hablado pero contesta:
- No..., no..., la cuerda... estaba bien pero... ¿que соñо es una piñata?
Un mexicano estaba tranquilamente tomando su desayuno, cuando un típico "norteamericano", mascando chicle, se sienta a su lado.
El mexicano ignora al "yanquiman" que no muy contento соn eso, trata de hacerle conversación preguntando:
- Perdón, ¿usted se come todo el pan?.
- ¡Por supuesto! - contesta el mexicano -.
- Nosotros no- dice el gringо -.
- Nosotros sólo nos comemos la migaja de adentro del pan y la parte de afuera la ponemos en un container, la reciclamos, la transformamos en harina y la exportamos a México.
El mexicano escucha en silencio, impertubable.
El americano sigue mascando su chicle e insiste:
- ¿Y ustedes se comen la mermelada соn el pan?.
- ¡Por supuesto! - contesta nuevamente el mexicano -.
- Nosotros no - dice el americano -.
- Nosotros en el desayuno comemos fruta fresca, la cáscara y las semillas las ponemos en un container, las reciclamos, las transformamos en mermelada y la exportamos a México.
El mexicano ya un tanto alterado le pregunta:
- ¿Y ustedes qué hacen соn los condones después de usarlos?.
- ¡Los tiramos a la ваsurа, "of course"!.
- Bueno, nosotros no.
- Después de usarlos los ponemos en un contenedor, los reciclamos, los transformamos en chicle y los exportamos a los Estados Unidos.