Se dice que cuando Dios creó el mundo, para que los hombres prosperasen, decidió concederles dos virtudes; así hizo a:
?Los suizos ordenados y cumplidores de la ley.
?Los ingleses persistentes y estudiosos.
?Los japoneses trabajadores y pacientes.
?Los italianos alegres y románticos.
?Los franceses cultos y refinados.
Y cuando llegó a los españoles, se volvió hacia el ángel que tomaba nota y le dijo:
- Estos van a ser inteligentes, buenas personas y del Barça.
Cuando acabo de crear al mundo, el ángel le dijo:
- Señor, le diste a todos los pueblos dos virtudes y a los españoles tres. Esto hará que prevalezcan sobre todos los demás.
- Pues es verdad, bueno como las dádivas divinas no se pueden quitar, a partir de ahora tendrán las tres, pero no podrán tener más de dos simultáneamente.
?Así, el español que es del Barça y buena persona, no puede ser inteligente.
?El que es inteligente y del Barça no puede ser buena persona.
?Y el que es inteligente y buena persona, no puede ser del Barça .
Había una vez un señor que se fue a aprender karate al Japón, y llevaba como 5 años estudiando, pero nada que aprendía no podía dar ni una patada, y ya cansado y aburrido se decidió a hablar соn su maestro que era uno de esos viejitos como de 100 años que enseñan artes marciales.
Llegó el día que iba a hablar соn su maestro y le dijo:
- No, maestro, estoy cansado de esto, llevo como 5 años de mi vida aquí desperdiciados y no se ni dar ni una patada, ya no puedo más, me voy...
El maestro se queda mirándolo seriamente a los ojos y соn voz misteriosa le dice:
- ¿Has visto al atardecer cuando las gaviotas vuelan flamantes por la llanura?
Y el joven responde:
- Sí, maestro.
- ¿Has visto cuando los hipopótamos se revuelcan en el fango?
- Sí, maestro.
- Has visto cuando los leopardos se aparean en el ocaso.
- Sí, maestro.
- ¡Ves, por estar viendo tonterías es que no aprendes un nada!
Nuestro amigo Cornelio es un hombre que le gusta cuidar su figura y estado físico, así que todas las mañanas sale a trotar por el parque.
Cualquier día, como de costumbre, se levanta a las 5 A. M., toma su ropa deportiva, se coloca sus zapatillas, un gorro de lana para protegerse del frío, y sale a cumplir соn su rutina de ejercicios.
Cuando abre la puerta de salida se da cuenta que está cayendo una lluvia fortísima que incluye tormenta eléctrica y una brisa huracanada.
Conforme y sin más alternativa, regresa a su alcoba y sin hacer ruido se despoja de su atuendo deportivo, suavemente se mete de nuevo a la cama y le susurra quedamente al oído a su esposa:
- Está cayendo un diluvio horrible...
Su esposa adormilada y sin abrir los ojos, lo abraza y le responde:
- Si amor... y sin embargo el еsтúрidо de mi marido se fue a trotar...
Un amigo nеgrо le envía un correo a su amigo blanco y le dice:
- Querido amigo , cuando yo naci era nеgrо, cuando creci seguia siendo nеgrо, cuando me baño соn agua fria , sigo siendo nеgrо, cuando me enfermo soy nеgrо, cuando me voy a la playa sigo nеgrо y cuando me muera voy a seguir siendo nеgrо.
En cambio tú, cuando naciste eras rosa, creciste y eres blanco, cuando te bañas соn agua fria eres azul y cuando te enfermas te pones verde, cuando te vas a la playa eres rojo. Y encima dices que yo soy de color, hijo de la $&=&%$%&
Un hombre estaba jugando golf, cuando de repente se sintió perdido.
Vio delante de él a una mujer jugando y fue a su encuentro.
- Buen día ¿Podría ayudarme? No sé en qué número de hoyo estoy.
- Usted está un hoyo detrás mío. Yo estoy en el 7, usted está en el 6.
El hombre le agradeció y continuó jugando.
Un par de horas más tarde, se sintió nuevamente perdido.
Vio a la misma mujer y fue hacia ella соn algo de vergüenza.
- Perdón por molestarla otra vez. Me perdí nuevamente. ¿Podría decirme en qué hoyo estoy ahora?
- Usted está un hoyo detrás mío. Yo estoy en el 14, usted en el 13.
Nuevamente le agradeció el gesto y continuó jugando.
Cuando finalizó, vio a la mujer en el bar del club.
Fue hacia ella y le preguntó si podría invitarla a tomar un trago, en agradecimiento por haberlo ayudado.
Ella aceptó y comenzaron a charlar animadamente hasta que él le preguntó a que se dedicaba.
- Estoy en ventas.
-¿ No bromee, en serio?, yo también ¿Qué vende? le preguntó el hombre.
Ella se sintió un tanto avergonzada de contarle, y después de que él le insistiera, se dispuso a decírselo si le prometía no reírse.
Él prometió no hacerlo.
- Vendo tampones.
Él inmediatamente soltó una gran carcajada y entonces ella enojada le dijo:
- Me prometió que no se reiría...
-¿ Cómo no hacerlo? ...
"Yo vendo papel higienico" ¡sigo estando un hoyo detras suyo