Eran dos amigos que les encantaba jugar al fútbol, a lo que dedicaban la mayor parte de sus ratos libres.
Y le dice uno a otro:
- Pepe, que vamos a hacer si cuando nos muramos, resulta que en el cielo no hay fútbol.
- No lo se, seria algo terrible.
Se muere uno de ellos, y el que queda sigue соn el fútbol.
Y un día que esta en casa, oye una voz.
- Pepe, soy Juan.
- ¿Juan, eres tu?
- Sí, estoy en el cielo, y tengo dos noticias que darte, una buena y otra mala.
- ¿Cual es la buena?
- Que en el cielo si juegan al fútbol, y además muy bien.
- Estupendo, que maravilla. ¿Y cual es la mala?
- Que el domingo próximo tienes partido.
La única razón por la que empezaría a trotar es porque así volvería a escuchar una respiración jadeante.
El año pasado me inscribí en un gimnasio, por casi $400 x mes y todavía no he perdido ni un kilo. Aparentemente, además hay que asistir..
Tengo que hacer ejercicio muy temprano por la mañana, antes de que mi cerebro se dé cuenta de lo que estoy haciendo.
No hago ningún ejercicio. Si Dios hubiera querido que nos tocáramos la рunта de los pies, los habría puesto más arriba.
Me gustan las caminatas largas, especialmente cuando las hacen algunas personas que me molestan.
La ventaja de hacer ejercicio todos los días, es que te mueres en un excelente estado de salud.
Finalmente, se ha documentado hasta el hartazgo que por cada kilómetro que trotas, añades un minuto a tu vida.
Esto te permite que, cuando cumplas los 85 años, tengas derecho a cinco meses de vida adicionales. ... en un geriátrico, a $10,000 por mes.