El jefe de una tribu de indios de una reserva en Florida llama al brujo y le pregunta cómo se presenta el próximo invierno. El brujo procede a tirar unos huesos, sacrifica unas aves, prepara unas cintas de cuero y dice al jefe:
- Malo, malo.
Así que el jefe ordena a la tribu que empiece a prepararse para el invierno, cortan leña, preparan pieles, arregla las tiendas, y toda la tribu se pone a trabajar.
A los quince días, el jefe vuelve a hablar соn el brujo y le pregunta que cómo se presenta el invierno a la vista de las mejoras que han hecho en el poblado. El brujo vuelve a utilizar la magia y dice:
- Malo, malo, malo, malo.
Así que el jefe reúne a la tribu y les dice que hay que trabajar más porque el invierno se promete particularmente durо.
Al cabo de otros quince días se repite la historia y cuando el jefe le dice al poblado que hay que trabajar más durо todavía, empiezan a oírse voces de protesta e insultos hacia el brujo.
El jefe empieza a estar preocupado, así que un día decide vestirse соn traje y corbata y recurrir a la ciencia; se va a la NASA y pregunta a los expertos:
- ¿Cómo se presenta el invierno?
Le atienden y le llevan a una sala llena de ordenadores y pantallas donde se ponen a hacer varias simulaciones; una hоrа después le dicen:
- Malo, malo, malo.
El jefe, aterrado ante el motín que le espera al volver al poblado, insiste:
- ¿Y ustedes están absolutamente seguros de que va a ser tan malo?
- Hombre, los modelos que utilizamos aquí son muy fiables, acertamos el 98 % de las veces, pero este año seguro, seguro, seguro que va a ser muy malo, porque hay una cosa que no falla nunca, ¡Los indios llevan dos meses cortando leña!
En una frutería estaba la persona que atiende, y llega un fulano fornido, alto y le dice al encargado:
Oiga joven, ¿Cuánto cuesta esta sandía?
Y el otro le contesta:
15 pesos.
Entonces, véndame media sandía.
No señor, no puedo venderle media sandía.
¿ Pero, por qué, yo solamente quiero media sandía?
No puedo, porque si la parto se me pierde la otra mitad se pudre señor, le contesta ya enfurecido y sacado de onda. Entonces, dice соn un vozarrón:
Déjeme decirle al patrón a ver que dice.
Entra a un cuartucho que estaba en el fondo del negocio, y no se dio cuenta que su cliente lo había seguido y le dice al patrón:
Jefe allá afuera está un tipo que quiere que le venda media sandía y lo mandé por un tubo, le dije que no se podía pero el muy terco necio, insiste.
El encargado le dijo a su jefe pestes del cliente, pero no se dio cuenta de que estaba atrás de él, y le toma el hombro.
¡ Cómo dijo!, соn voz de enojado.
Y el encargado dice:
Ah, mire jefe y aquí este joven quiere la otra mitad. ¿Qué dice, se la vendemos?