Cuando el cuerpo fue creado, todas las partes querían ser el jefe.
Un día el cerebro dijo:
- Por ser yo quien da las ordenes y controla las diferente partes del cuerpo, exijo que me llamen jefe.
Los pies dijeron entonces:
- Somos nosotros los que soportamos todo el peso y lo trasladamos a todas partes, por lo tanto la jefatura nos corresponde.
De la misma manera las distintas partes expresaron su importancia.
El corazón, los pulmones y hasta el mismo СULО reclamaron derecho a ser jefe.
Todos, al conocer las pretensiones del сulо se echaron a reír,¿Cómo se atrevía a peticionar un órgano ( si se le puede llamar órgano) tan desprestigiado e insignificante como ese?
A raíz de las burlas y herido en sus mas íntimos sentimientos, el сulо se enojó y decidió bloquear la salida en tres palabras:
"No cago mas".
Al poco tiempo y como consecuencia de esa actitud, el cerebro comenzó соn trastornos, había alta fiebre, los ojos se hincharon, los pies se inflamaron había dolor por todas partes, ya no se podía soportar el peso del cuerpo.
El corazón, los pulmones luchaban por sobrevivir, tenían que trabajar a toda maquina para eliminar todas las toxinas que los invadían.
Todo era un desastre, hasta que al fin y al cabo de poco tiempo todos los órganos le imploraron a que el сulо se dejara de hacer eso y decidieron que el СULО sea jefe.
Moraleja dela historia:
Para ser jefe, no se necesita tener mucho cerebro ni condiciones, solo tirar m@#~@ para todos lados, y hacer que los demás se caguen.
Un abogado se casó соn una mujer que ya se había casado 11 veces. La primera noche, en el cuarto del hotel, la novia le dijo:
"Por favor, querido, trátame соn cuidado. Todavía soy virgen."
Perplejo, ya que ella había sido casada 11 veces, le pidió explicaciones a la novia.
Ella le respondió:
1. Mi primer marido era psiquiatra. El sólo quería conversar sobre sеxо.
2. Mi segundo marido era ginecólogo. El sólo quería examinar el área.
3. Mi tercer marido era coleccionador de sellos. El sólo quería pasarme la lengua.
4. Mi cuarto marido era Gerente de Ventas. El decía que sabia que el producto existía, pero no sabía cómo utilizarlo.
5. Mi quinto marido era del Departamento de Telemarketing. El decía que tenía el producto, pero no sabía cuándo iba a poder entregarlo
6. Mi sexto marido era Ingeniero. El decía que comprendía el procedimiento básico, pero que necesitaba 3 años para hacer las investigaciones, implementar y crear un método revolucionario.
7. Mi séptimo marido era Funcionario Público. El decía que comprendía perfectamente cómo era, pero que no estaba seguro si le competía.
8. Mi octavo marido era Técnico. El decía que si estaba funcionando era mejor ni tocarlo.
9. Mi noveno marido era Gerente de Entrenamiento. El siempre decía:
"Quien quiere enseñar, tiene que aprender primero". Y sólo se la pasaba estudiando.
10. Mi décimo marido era Analista de negocios y se la pasó todo el matrimonio, hablando de forma grandiosa que "Esto va a ser fantástico para ti".
11. Mi décimo primer marido era Gerente de Taller de Reparaciones. El estaba seguro que debía estar funcionando, y vivía prometiéndome mandar a alguien para que me diera una chequeada.
Y añadió:
- Por eso, ahora me casé соn un abogado, porque estoy segurísima que tú sí me vas a jоdеr!

Los indios de una remota reserva preguntaron a su nuevo jefe si el próximo invierno iba a ser frío o apacible.
Dado que el jefe había sido educado en una sociedad moderna, no conocía los viejos trucos indios.
Así que, cuando miró el cielo, se vio incapaz de adivinar qué iba a suceder соn el tiempo...
De cualquier manera, para no parecer dubitativo, respondió que el invierno iba a ser verdaderamente frío, y que los miembros de la tribu debían recoger leña para estar preparados.
No obstante, como también era un dirigente práctico, a los pocos días tuvo la idea de telefonear al Servicio Nacional de meteorología.
-¿ El próximo invierno será muy frío? - preguntó.
- Sí, parece que el próximo invierno será bastante frío - respondió el meteorólogo de guardia.
De modo que el jefe volvió соn su gente y les dijo que se pusieran a juntar todavía más leña, para estar aún más preparados.
Una semana después, el jefe llamó otra vez al Servicio Nacional de meteorología y preguntó:
-¿ Será un invierno muy frío?
- Sí - respondió el meteorólogo- va a ser un invierno muy frío.
Honestamente preocupado por su gente, el jefe volvió al campamento y ordenó a sus hermanos que recogiesen toda la leña posible, ya que parecía que el invierno iba a ser verdaderamente crudo.
Dos semanas más tarde, el jefe llamó nuevamente al Servicio Nacional de Meteorología:
-¿ Están ustedes absolutamente seguros de que el próximo invierno habrá de ser muy frío?
- Absolutamente, sin duda alguna - respondió el meteorólogo - va a ser uno de los inviernos más fríos que se hayan conocido.
-¿ Y cómo pueden estar ustedes tan seguros?
- Соñо, porque los indios están recogiendo leña como locos!!!