El otro día, estando reunidos varios amigos en un bar, hablábamos de todo un poco, cuando uno de los presentes dijo:
- ¿Sabéis que he leído que la cerveza tiene hormonas femeninas?.
Como todos llevamos un científico dentro, decidimos verificar si era cierto. De momento, nos metimos unas veinte cañas por barba (en interés de la ciencia, por supuesto). Pues bien, los resultados de esta experiencia en vivo fueron sorprendentes.
Al cabo de 20 rondas:
A) Todos habíamos engordado.
B) Hablábamos todos a la vez sin decir nada interesante.
C) Por supuesto, ninguno escuchábamos lo que decían los demás.
D) Teníamos dificultad para conducir correctamente.
E) Éramos incapaces de seguir un razonamiento por sencillo que fuera.
F) Negábamos obstinadamente estar equivocados, por muy evidente que fuera.
G) Íbamos al baño cada 5 minutos, y encima todos juntos.
No creo que haya que llevar más lejos el experimento. Esta claro:
¡ ¡La cerveza está llena de hormonas femeninas!!.
Un hombre tenía 3 novias. Para decidirse en el dilema de соn cuál casarse, les entregó $100,000 a cada una para ver qué hacían соn el dinero.
La primera tomó todo el dinero y se fue al salón de belleza, se hizo manicura, pedicura, se cortó y tiñó el pelo, se fue de compras y compró lujosas ropas y joyas.
- Lo he hecho por ti - le dijo cuando lo vió -. Deseo estar muy guapa para ti, porque te amo muchísimo.
La segunda tomó el dinero y compró un estéreo, un Rolex de oro de caballero, un reproductor de CD's portátil y unas corbatas carísimas. Cuando lo vió le entregó todo y le dijo:
- Te he comprado todo esto porque te quiero muchísimo.
La tercera invirtió todo el dinero en bolsa. Ganó el doble de dinero, tomó la mitad y reinvirtió el resto, devolviéndole los $100,000 que le había dado.
- He invertido el dinero para ti, y lo he duplicado. Te devuelvo lo que me has dado, y reinvierto lo demás para nuestro futuro, porque te quiero muchísimo.
El hombre analizó cuidadosamente todos y cada uno de los comportamientos, sopesando pros y contras de cada una. Tras mucho pensar, decidió casarse соn:
¡ La que tenía las tetas mas grandes!.
Un hombre tenía 3 novias. Para decidirse en el dilema de соn cuál casarse, les entregó $100,000 a cada una para ver qué hacían соn el dinero.
La primera tomó todo el dinero y se fue al salón de belleza, se hizo manicura, pedicura, se cortó y tiñó el pelo, se fue de compras y compró lujosas ropas y joyas.
- Lo he hecho por ti - le dijo cuando lo vió -. Deseo estar muy guapa para ti, porque te amo muchísimo.
La segunda tomó el dinero y compró un estéreo, un Rolex de oro de caballero, un reproductor de CD's portátil y unas corbatas carísimas. Cuando lo vió le entregó todo y le dijo:
- Te he comprado todo esto porque te quiero muchísimo.
La tercera invirtió todo el dinero en bolsa. Ganó el doble de dinero, tomó la mitad y reinvirtió el resto, devolviéndole los $100,000 que le había dado.
- He invertido el dinero para ti, y lo he duplicado. Te devuelvo lo que me has dado, y reinvierto lo demás para nuestro futuro, porque te quiero muchísimo.
El hombre analizó cuidadosamente todos y cada uno de los comportamientos, sopesando pros y contras de cada una. Tras mucho pensar, decidió casarse соn:
¡ La que tenía las tetas mas grandes!.
– Era una muchacha tan fea, pero tan fea que no había forma de conseguir un novio.
. – Entonces decide pedir ayuda a una vidente, quien le dice:
– Hija mía, en esta vida realmente no tendrás mucha suerte соn el amor.
– Sin embargo, en la próxima vida la belleza física vendrá contigo y los hombres caerán vencidos a tus pies por “docenas”.
– La muchacha salió de allí bien contenta, pensando en su futuro.
– Mientras caminaba vio un puente en la autopista y se le ocurrió tirarse al vacío.
– Mientras más pronto acabara соn su vida, más pronto comenzaría la próxima.
– Cerró los ojos y se lanzó del puente, соn tan mala suerte que cayó arriba de un camión de plátanos que pasaba por debajo y el golpe la desmayó.
– Al rato despierta atontada, aún sin abrir los ojos y creyendo que estaba en la otra vida.
– Empezó a tocar y sólo palpó plátanos por todos lados; соn una sonrisa en los labios exclamó:
– Calma, calma, muchachos… ¡DE UNO EN UNO!