Chistes tontos, Chistes absurdos, Chistes y anécdotas Idiotas, Chistes y anécdotas Estupidos
Un mexicano соn grandes pistolas bebía su tequila en la barra de una bar, cuando entra otro mexicano соn cara de pocos amigos, igualmente armado.
El parroquiano increpa al visitante:
Oye tú, ¿Cómo te llamas?
El visitante responde en el mismo tono.
Pos, no te digo nada.
Ante la negativa, el parroquiano, соn voz más dura, repite:
Oye tú, ¿No me dirás tu nombre?
El visitante contesta, соn mirada indiferente:
Ni modo, a lo cual el parroquiano saca su рisтоlа y le efectúa tres disparos que lo dejan tieso. Luego mientras soplaba el humo del caño de su рisтоlа murmura:
Mañana me entero en los periódicos.
Llega una secretaria llorando соn tremendo llanto a su oficina. El jefe preocupado, entra a la oficina de ésta para ver cuál era el problema.
¡ Ay, que tristeza!
¿ Qué te pasa, por qué lloras tanto?
¡ Ay, señor, esta mañana murió mi mamá, y estoy destrozada!
En verdad lo siento, si quieres, puedes irte a tu casa, supongo que no te has de sentir bien.
No señor, el trabajo me distraerá un poco y me sentiré mejor, gracias.
Bueno, estaré en mi oficina.
La secretaria se calma y se entretiene соn su trabajo, cuando de pronto, una llamada por teléfono le despierta el llanto, y se suelta a llorar de nuevo.
¿ Y ahora que pasa?, preguntó el jefe.
Ay señor, me acaba de hablar mi hermana, y a la pobre también se le acaba de morir su mamá.