Chiste de largos, Cuentos Graciosos

Diario de ELLA
El domingo por la noche lo encontré raro. Habíamos quedado en un bar para tomar una copa. Estuve toda la tarde de compras соn unas amigas y pensé que era culpa mia, porque llegué un poco tarde, aunque él no hizo ningún comentario.
La conversación no era muy animada, así que le propuse ir a un lugar más intimo para poder charlar más tranquilamente.
Fuimos a un restaurante y el seguía portándose de forma extraña. Estaba como ausente. Entonces pensé que sería culpa mía por el retraso, o quizás algo más serio rondaba por su cabeza.
Le pregunté y me dijo que no tenia nada que ver conmigo. Pero no me quedé convencida.
En el camino de regreso a casa, en el coche, le dije que lo quería mucho y el se limito a pasarme el brazo por los hombros, sin contestarme. No se como explicar su actitud porque no me dijo que él también me quería.
Llegamos por fin a casa y en ese momento pensé que quería dejarme. Por eso intenté hacerle hablar, pero encendió la tele y se puso a mirarla соn aire distante, como haciéndome ver que todo había acabado entre nosotros. Por fin desistí y le dije que me iba a la cama.
Mas o menos diez minutos mas tarde, él vino también y, para mi sorpresa, correspondió a mis caricias e hicimos el amor. Pero seguía teniendo un aire distraído.
Después quise afrontar la situación , hablar соn él cuanto antes, pero se quedó dormido. Empecé a llorar y lo hice durante horas hasta que quedé dormida.
No se que hacer. Estoy casi segura que sus pensamientos están соn otra mujer. Mi vida es un autentico desastre.
Diario de ÉL
Perdió Boca. Bue, al menos... me eché un polvo

Una pareja llevaba muchos años de matrimonio y no había logrado tener familia. Tras consultar varios doctores, sin éxito, fueron a ver a un especialista
Muy renombrado, quien, tras muchos estudios les dijo que la única solución era que buscaran un padre sustituto.
- ¿Y qué es un padre sustituto?
Pregunta la señora.
- Es un hombre seleccionado соn mucho cuidado y que hace, por una sola vez, las funciones del esposo para que la mujer quede embarazada.
La señora vacila un poco, pero su marido le dice al doctor que él no tiene ningún inconveniente, соn tal de ver realizada su ilusión de convertirse en padre. Pocos días después, se contrata a un joven y se hace una cita para que al siguiente domingo por la mañana, cuando se ausente el marido de la casa, vaya y visite a la señora para cumplir su tarea.
Sin embargo, sucedió que un fotógrafo de niños había sido llamado a una casa vecina para retratar a un bebé. Por azar del destino, el hombre se equivocó de domicilio llegando al de la señora:
- Buenos días señora, vengo por lo del niño.
- Mmm, sí, pase usted. ¿Gusta tomar algo?
- No muchas gracias, el alcohol no es bueno para mi trabajo. Lo que quisiera es comenzar cuanto antes.
- Muy bien, ¿le parece si vamos a la habitación?
- Puede ser allí, pero también me gustaría una aquí, en la sala, dos en la alfombra y otro en el jardín.
- ¿Pues cuántos van a ser?
Se alarmó la señora.
- Ordinariamente son cinco en cada sesión, pero si la mamá coopera pueden ser más, todo depende.
Dijo mientras sacaba del portafolio un álbum.
- Me gustaría que viera antes algo de lo que he hecho. Tengo una técnica muy especial y única que le ha gustado mucho a mis clientas, por ejemplo, mire el retrato de este niño tan bonito; lo hice en un parque público, a plena luz del día. ¡Cómo se juntó la gente para verme trabajar! Esa vez me ayudaron dos amigos, porque la señora era muy exigente, соn nada le podía yo dar gusto y quedarle bien. Para colmo esa vez tuve que suspender el trabajo, porque llegó una ardilla y comenzó a mordisquearme el equipo.
La señora, estupefacta, escuchaba todo esto mientras el fotógrafo continuaba:
- Ahora vea estos mellizos. En esa ocasión sí que me lucí, todo lo hice en menos de cinco minutos, Llegué y ¡paf! dos tomas y mire los gemelos que me salieron
La señora estaba cada vez más asustada oyendo al fotógrafo que continuaba:
- Соn este niño batallé un poco más, porque la mamá era muy nerviosa. Yo le dije: mire señora, usted volteé hacia el otro lado y déjeme hacer todo a mí
Ella se volteó, y así pude yo hacer mi trabajo. A esta altura la señora estaba a punto del desmayo. Y el fotógrafo guardando su álbum le dice:
- ¿Quiere que comencemos ya, señora?
- Cuando usted diga.
- Está bien, voy por mi trípode.
- ¿Trípode?
Dijo temblando la señora.
- Sí
Comenta muy tranquilo el fotógrafo.
- Es que usted sabe, mi aparato es muy grande y necesito un trípode para apoyarlo y estabilizarlo, porque ni соn las dos manos puedo sostenerlo bien ... ¿señora?, ¿señora? ¡Señoraaaaa!
Cierto joven soñaba соn tener una Harley Davidson,así que decidió ahorrar lo suficiente y fue a un almacén especializado y compró su moto.
Luego de escogerla, el vendedor le advierte que si la deja fuera mientras llueve, puede oxidarse. Así que le recomienda que siempre tenga un frasco de vaselina a la mano para untarle a la moto.
Unos meses después, el joven se enamora de una chica y ella, lo invita a su casa para que conociera a sus padres.
Cuando el joven llega en su moto, antes de entrar ella le advierte:
"En mi familia hay una vieja tradición, y es que después de la cena, al primero que hable le toca lavar los platos"
Después de una deliciosa cena, el joven se fija en la inmensa montaña de platos sin lavar, mientras todos se sientan en silencio, esperando al primero que hable, pues nadie quería lavar.
Pasaron 30 largos minutos y el joven, para acelerar un poco las cosas, toma a su novia y la besa en frente de todos.
Nadie dice ni una sola palabra.
Entonces, decide tomar medidas extremas: toma a su novia, la pone sobre la mesa y tiene sеxо соn ella.
Nadie dice una palabra.
Ahora el hombre está desesperado, así que toma la suegra y tiene sеxо соn ella aún más salvaje que соn la novia
¡ Pero nadie dice ni una palabra!.
El joven está a punto de reventar y no sabe qué hacer, cuando en la distancia se oyen unos truenos.
Su primer pensamiento es proteger la Harley Davidson.
Así que saca de su bolsillo la vaselina y entonces el suegro grita:
¡ Está bien Савrón! ¡Yo lavo, Yo lavo!
Frases que toda mujer desearía oir
1. No veas que interesante viene este mes el Vogue.
2. Unas flores por nuestro aniversario, ¿no recuerdas? Hoy hace dos meses que salimos de viaje por primera vez.
3. Cariño? ¿te has saneado las puntas? ¡Te queda perfecto!
4. No hace falta que te pongas esa ropa interior tan incómoda? estás perfecta соn cualquier cosa.
5. ¿Arma Letal? Por favor que horror? mejor vamos a ver esa de Richard Gere.
6. Mira, cielo, te quedan bien, pero aún queda medio centro comercial. Asegurémonos de que no encontramos nada mejor y si no después volvemos.
7. Vayamos a cenar a ese restaurante tan bonito de diseño y comida experimental. Estoy harto de tanta proteina y grasas.
8. Mi amor, ¿te parece que nos apuntemos juntos a este curso de bailes de salón?
9. No te preocupes si tardas en arreglarte, aún estoy terminando de fregar el baño.
10. Ah, ¿que había una modelo en la fiesta? ¿Y pretendes que me haya fijado en ella соn lo preciosa que estás hoy?
11. Un diamante perfecto para la mujer perfecta.
12. Es increíble lo cómodo que es el traje y los zapatos. A partir de ahora me lo pondré siempre que salgamos.
13. Cielo? ¿Tú has metido en la lavadora tu tanga rojo соn mis camisas blancas? Ten cuidado para otra vez, que se han desteñido todas.
14. ¿Gorda? ¿Estás loca? Sólo un demente te vería gorda.
15. ¡Venga, arriba, cariño?! ¡Tengo entradas para llevar a tu madre a Expo-mascota!
16. Te he preparado tostadas para el desayuno. Si prefieres otra cosa dímelo que te lo traigo.
17. Sí, claro, pon ?Sеxо en Nueva York?. Si total, los penaltis son una lotería.
18. Estás cansada, trabajas demasiado. Déjame que te dé un masaje en los pies.
19. Cindy Crawford? sí, es muy guapa, pero tiene los tobillos gordos.
20. Estarías preciosa соn ese modelo de alta costura y esos zapatos. Venga, entra, que lo pago yo.
21. Lo siento, de verdad. Tras tus 4 orgasmos ya no he podido esperar más.
22. Tienes razón, como siempre.
23. ¿Te ha gustado? ¿Me quieres? Porque yo te quiero muchísimo, ¿sabes?
24. Creo que nuestra relación pide un poco más de compromiso.
25. He revisado el aceite y cambiado el líquido de frenos. Ya tienes el coche listo para salir.
26. ¿Un día durо? Cuéntame, por favor.
27. Me encanta pasear cogidos de la mano.
28. Es increíble lo ingeniosa que eres. Siempre me haces reir.
29. He organizado una escapada para el fin de semana a un balneario romántico. ¿Habías quedado соn tus amigas? Porque si es así puedo intentar aplazarlo.
30. No puedo dejar de mirarte embobado mientras duermes.
31. Me he apuntado al gimnasio para mantener los abdominales.
32. Para hoy tenemos ? suffle de marisco. Espero que me haya quedado mejor que la purrusalda de ayer.
33. Cuando creas que estás preparada para ser madre, por favor, sólo tienes que decirlo. Sabes que adoro los niños.
34. He decidido afeitarme dos veces al día. Соn una no quedo bien apurado.
35. Un minuto que termino de fregar los platos y voy a ver contigo el video de la boda de tu amiga.
Dos monjas salieron del convento a vender galletas. Una era la Hermana Matemática (M), y otra la Hermana Lógica (L).
M - Está empezando a caer la noche, y aún estamos muy lejos del convento.
L - Hermana, ¿se ha dado cuenta de que nos sigue un hombre hace media hоrа?
M - Sí, y qué será lo que quiere?
L - Es lógico. Nos querrá violar.
M - ¡Dios Mío!. Calculo que si continuamos caminando a este ritmo, nos alcanzará dentro de 15 minutos. ¿Qué podemos hacer?
L - La única cosa lógica que podemos hacer es caminar más rápido!!!
M - No está funcionando!!!
L - Claro que no! Él hizo la única cosa lógica que se podía hacer: caminar más rápido!!!
M - Y ahora, ¿qué vamos a hacer? ¡¡¡Nos alcanzará en un minuto!!!
L - La única cosa lógica que podemos hacer es separarnos. Usted vaya por aquel lado, y yo para este otro. ¡No podrá seguirnos a las dos!
Entonces, el hombre decidió seguir a la Hermana Lógica. La Hermana Matemática llegó al convento, preocupada de lo que pudiera haberle ocurrido a la Hermana Lógica. Al cabo de un rato, llegó la Hermana Lógica.
M - ¡Hermana Lógica! Gracias a Dios que llegó usted. Cuénteme qué ocurrió.
L - Ocurrió lo lógico. El hombre no podía seguir a las dos, por lo que optó por seguirme a mí.
M - ¿Y qué ocurrió después?
L - ¡Lo lógico!. Yo comencé a correr lo más rápido que pude, y él también.
M - ¿Y?L - De nuevo lo lógico. Me alcanzó.
M - ¡Dios Mío!. ¿Y qué hizo usted?
L - Hice lo lógico. ¡Me levanté el hábito!
M - ¡¡¡Dios Mío, Hermana!!! ¿Y qué hizo el hombre?
L - Él también hizo lo lógico. ¡¡¡Se bajó los pantalones!!!
M - ¡Oh, no!. ¿Qué ocurrió después?
L - ¿Acaso no es obvio, Hermana? ¡Una monja соn el hábito levantado corre mucho más deprisa que un hombre соn los pantalones bajados..!