Chiste de largos, Cuentos Graciosos
- Los amigos pasan, los enemigos se acumulan.
- Zurdo es aquel que tiene el brazo derecho al revés.
- Cuando vivas desnudo no tendrás nada que ocultar.
- Una cosa que está en el suelo, no se cae más.
- A los pilotos el tiempo se les va volando.
- Nunca me casé ni volvería hacerlo.
- Cómo dije antes, yo nunca me repito.
- Si yo fuera tú, me enamoraría de mí.
- Busco curso para ser millonario, pago lo que sea.
- Si no quieres trabajar se jefe.
- Si el trabajo es salud, que trabajen los enfermos.
- Tengo problemas de visión, no me veo yendo a trabajar.
- Trabajar debe ser malo, si pagan por hacerlo.
- Si puedes imitarlo, no lo copies.
- Yo no soy vago, sólo soy un turista sin dinero.
- La verdad es una mentira bien dicha.
- ¿Quién le corta las uñas al pie de la letra?
Había un atlante en una discoteca que no sabía como ligar соn una chica, cuando de repente entra un machote, éste escoge a una chica, la invita a bailar y la lleva a la barra. Allí le dice:
Dime un número del 1 al 10.
¡ El 5!
Muy bien guapa, te ha tocado una noche conmigo.
El atlante que se ha quedado соn el método, invita a la chica a bailar y a una copa, y ya en la barra le dice:
O, o, o, o , oye, d, d, d, dime un nu, número del 1 a, a, a, al 10.
¡ El 6!
¡ Vaya, por uno, por uno!
Esta era una chica, que estaba indecisa, porque no sabía соn cuál de los dos pretendientes casarse. Uno es un contador, y el otro es un militar. Al verse соn la duda, le pregunta a su madre:
- ¿Соn cuál de los dos me caso, mamá?
- No lo pienses dos veces hija. Cásate соn el militar, que es el que te conviene.
- ¿Por qué dices eso, mamá?
- Mira, ellos, se levantan temprano, arreglan la cama, hacen su desayuno, y además reciben órdenes.