Chiste de largos, Cuentos Graciosos

Un político muere y muy optimista llega al Cielo. San Pedro lo recibe y le dice:
- Hijo, perdóname pero parece haber algunos errores: No es normal que los políticos lleguen al cielo, tu expediente aunque parece auténtico tiene algunas inconsistencias, y no conocemos las personas que te recomiendan aunque suenen muy importantes.
San Pedro continúa estudiando los papeles un poco desconcertado y finalmente agrega:
- Como es un caso muy particular, te voy a permitir que tu mismo escojas: vas a pasar un un día en el infierno y un día en el Cielo. Al final tú decides.
El político baja al infierno y cuando las puertas se abren y lo primero que ve es un verde campo de golf. A su izquierda está el club y de pie delante de suyo, están todos sus amigos políticos que habían trabajado соn él, todos muy elegantes y felices. Lo saludan, lo abrazan y recuerdan los buenos tiempos en los que se enriquecían a costa del pueblo.
Juegan un partido de golf, en donde él resulta ganador, y luego por la noche cenan juntos en el club соn los mas exquisitos y finos platos vinos. Comparten la noche en medio del licor y соn las más hermosas y libertinas chicas.
Se encuentra también a satanás, que de hecho es un tipo muy simpático y se divierte mucho contando chistes y bailando.
El político se divierte tanto que, antes de que se de cuenta, es ya hоrа de irse. Todos salen a despedirlo le dan un apretón de manos y le desean que vuelva pronto.
Llega a pasar día de prueba en el cielo, y allí encuentra paz, armonía y felicidad. El político pasa las 24 horas saltando de nube en nube, tocando el arpa y molestando a cuanta Angelita hermosa pasaba por su lado.
San Pedro lo llama y le dice:
- Ya has pasado un día en el infierno y otro en el paraíso. Ahora debes dar el voto para tu eternidad.
- Bueno -dice el político-, el paraíso es muy bonito y especial, pero prefiero estar соn mis amigos allá, en donde estuve ayer...
Cuando el hombre llega al infierno y se abren las puertas, encuentra una tierra desierta rodeada de fuego y соn un calor insoportable. Vea a todos sus amigos vestidos соn harapos y buscando entre la ваsurа algo para comer. Hay mortecinos y excrementos por todas partes, y las ratas muerden los descalzos pies de sus amigos condenados...
- No entiendo -dice el político- ¿donde están todas las cosas maravillosas que había ayer aquí?
Satanás lo mira, sonríe y dice:
- Ayer estábamos de CAMPAÑA, hoy ya tenemos TU VOTO...
Cuando el cuerpo fue creado, todas las partes querían ser el jefe.
Un día el cerebro dijo:
- Por ser yo quien da las ordenes y controla las diferente partes del cuerpo, exijo que me llamen jefe.
Los pies dijeron entonces:
- Somos nosotros los que soportamos todo el peso y lo trasladamos a todas partes, por lo tanto la jefatura nos corresponde.
De la misma manera las distintas partes expresaron su importancia.
El corazón, los pulmones y hasta el mismo СULО reclamaron derecho a ser jefe.
Todos, al conocer las pretensiones del сulо se echaron a reír,¿Cómo se atrevía a peticionar un órgano ( si se le puede llamar órgano) tan desprestigiado e insignificante como ese?
A raíz de las burlas y herido en sus mas íntimos sentimientos, el сulо se enojó y decidió bloquear la salida en tres palabras:
"No cago mas".
Al poco tiempo y como consecuencia de esa actitud, el cerebro comenzó соn trastornos, había alta fiebre, los ojos se hincharon, los pies se inflamaron había dolor por todas partes, ya no se podía soportar el peso del cuerpo.
El corazón, los pulmones luchaban por sobrevivir, tenían que trabajar a toda maquina para eliminar todas las toxinas que los invadían.
Todo era un desastre, hasta que al fin y al cabo de poco tiempo todos los órganos le imploraron a que el сulо se dejara de hacer eso y decidieron que el СULО sea jefe.
Moraleja dela historia:
Para ser jefe, no se necesita tener mucho cerebro ni condiciones, solo tirar m@#~@ para todos lados, y hacer que los demás se caguen.

En cierta ocasión una familia inglesa pasaba sus vacaciones en Escocia, y en uno de sus muchos paseos observaron una pequeña casita de campo que de inmediato les pareció adecuada para su próxima temporada. Indagaron quién era el dueño de ella, y resultó ser un pastor de la Iglesia Anglicana, al que se dirigieron para pedirle que les mostrara la finca. El propietario amablemente así lo hizo; y tanto por su comodidad, como por su situación, la casa fue del agrado de la familia, que quedó comprometida para alquilarla en sus próximas vacaciónes.
Ya de regreso en Inglaterra, repasaron debidamente los detalles de cada habitación, y recordó la esposa que no había visto el W. C. Dado lo prácticos que son los ingleses, decidieron escribir al propietario preguntándole por la ubicación de tan indispensable servicio, lo que hizo en los siguientes términos:
- Estimado Pastor: soy miembro de la familia que hace unos días visitó su quinta соn deseos de arrendarla para nuestras próximas vacaciones y omitimos enterarnos de un detalle. Quiero suplicarle nos indique dónde queda el W. C.
Finalizó la carta como es de rigor, y la despachó al Reverendo quien, al recibirla, desconoció la abreviatura W. C. y creyó que se trataba de la capilla de la religión anglicana llamada WALL CHAPEL y contestó:
- Estimada Sra.: tengo el agrado de informarle que el lugar al que Ud. se refiere se encuentra a 12 Km. de casa, lo que es algo molesto, sobretodo si se tiene la costumbre de ir соn frecuencia. Algunas personas llevan comida y permanecen allí todo el día. Algunos vienen a pie y otros en tranvía, por lo que siempre llegan en el instante preciso. Hay lugar para 400 personas cómodamente sentadas y 100 de pie. Los asientos están forrados en terciopelo rojo, y hay aire acondicionado para evitar los efectos de las aglomeraciones. Se recomienda llegar temprano para conseguir lugar. Mdi mujer, por no hacerlo así, hace algunos años tuvo que soportar el acto de pie, y desde entonces no ha ido más a estos servicios.
Los niños se sientan juntos y cantan todos a coro. A la entrada se le da un papel. Las personas que no alcanzan a la repartición del papel, pueden utilizar el papel del compañero de asiento; pero al salir debe devolverlo para seguir utilizándolo el resto de la temporada. Todo lo que dejan depositado los que allí acuden, se destina para dar de comer a los pobres huérfanos del lugar. Además hay fotógrafos especiales que toman fotografías a la gente en distintos poses, y luego estas son publicadas en los diarios de esta ciudad, en la sección "sociales", sirviendo a la propaganda de este saludable y santo sitio.