Chistes de religión, Chiste de religión, Chistes religiosos
Cuando Dios hizo el mundo, para que los hombres prosperaran decidió darles dos virtudes. Así, a los Yanquis los hizo ordenados y respetuosos de la ley; a los Alemanes, tenaces y estudiosos; a los Japoneses, trabajadores y pacientes.
Cuando llegó a los Paraguayos, le dijo al ángel que anotara en una planilla:
- Estos van a ser inteligentes, honestos, y políticos.
Cuando terminó de hacer el mundo, el ángel le llamó la atención y le dijo:
- Padre, tú has dado a todos los pueblos del mundo dos virtudes, pero a los paraguayos les has dado tres. Eso hará que ellos prevalezcan por encima de todos los otros pueblos del mundo.
- Caramba", dijo Dios, es cierto pero como los dones de Dios no deben quitarse, deberemos remediar esto. De ahora en más, los paraguayos conservarán esas tres virtudes, pero para no prevalecer por sobre los demás, ninguno podrá ejercer más de dos simultáneamente.
Es por eso, que desde ese momento el paraguayo que es político y honesto, no puede ser inteligente; el que es inteligente y político, no puede ser honesto, y el que es inteligente y honesto, jamás podrá ser político.
Se dice que cuando Dios creó el mundo, para que los hombres prosperasen, decidió concederles dos virtudes; así hizo a:
?Los suizos ordenados y cumplidores de la ley.
?Los ingleses persistentes y estudiosos.
?Los japoneses trabajadores y pacientes.
?Los italianos alegres y románticos.
?Los franceses cultos y refinados.
Y cuando llegó a los españoles, se volvió hacia el ángel que tomaba nota y le dijo:
- Estos van a ser inteligentes, buenas personas y del Barça.
Cuando acabo de crear al mundo, el ángel le dijo:
- Señor, le diste a todos los pueblos dos virtudes y a los españoles tres. Esto hará que prevalezcan sobre todos los demás.
- Pues es verdad, bueno como las dádivas divinas no se pueden quitar, a partir de ahora tendrán las tres, pero no podrán tener más de dos simultáneamente.
?Así, el español que es del Barça y buena persona, no puede ser inteligente.
?El que es inteligente y del Barça no puede ser buena persona.
?Y el que es inteligente y buena persona, no puede ser del Barça .
Una vez acabado el año fiscal, la Agencia Tributaria envió un inspector de Hacienda para auditar los libros de una sinagoga. Mientras los iba comprobando, se giró hacia el rabino y le dijo:
- Observo que compraron un montón de cirios. ¿Qué es lo que hacen соn los restos de cera que gotean?
- Buena pregunta -dijo el rabino-. Las vamos guardando y las devolvemos al fabricante, y de vez en cuando ellos nos envían gratis una caja de cirios.
- ¡Oh! -respondió el inspector, algo decepcionado соn que su insólita pregunta hubiese tenido una respuesta tan buena, pero continuó соn sus odiosas maneras-. ¿Qué me puede decir sobre sus compras de galletas? ¿Qué hacen соn las migajas?
- Ah, sí -respondió el rabino, dándose cuenta de que el inspector estaba intentando ponerle en un aprieto соn su absurda pregunta-, las recogemos y las devolvemos a los fabricantes, y de vez en cuando nos envían gratis una caja de benditas galletas.
- Ya veo -respondió el inspector, estrujándose el coco para ver como podía sacar de quicio al sabelotodo del rabino-. Bien, rabino, y entonces ¿qué es lo que hacen соn los prepucios que van quedando de las circuncisiones que llevan a cabo?
- Pues aquí tampoco desperdiciamos nada -respondió el rabino-. Lo que hacemos es irlos guardando y enviarlos a la Agencia Tributaria, y de vez en cuando, una vez al año más o menos, ellos nos envían un сарullо completo.
A las 2:00 hs del viernes,una joven muy atractiva grita exaltada desde la puerta del obispado:
- ¡Confesión! ¡Padre, confesión!...
El padre atiende a sus plegarias y accede a confesarla:
- Ave María purísima.
- Sin pecado concebida.
- Hija,¿cuáles son tus pecados?
- Esta noche he pecado соn mi novio ¡por primera vez!
- A ver hija, cuéntame más.
- Empezó tocándome mi suave y larga melena rubia,luego comenzó a acariciarme mis firmes
Y largos muslos, a continuación me despojó del ceñido top y comenzó a besarme mis redondos y duros pezones,al mismo tiempo que me dejaba mi juguetón conejito al descubierto.
¡ Y ya no pasó nada más!...
El padre, соn los ojos rojos y salidos, y las venas del cuello y del brazo derecho hinchadas, exclama:
- ¡Pues te lo inventas. Pero así no me puedes dejar!