Chiste de largos, Cuentos Graciosos
Viajaba en un autobús una comisión especial de Diputados de todos los partidos para analizar los problemas agrarios del país.
En una de las tantas curvas el conductor del autobús pierde el control y caen por un barranco.
Después de algunas horas llegan al lugar de los hechos, ambulancias, Guardia Civil, Ejército, para tratar de dar auxilio a los lesionados, pero se dan cuenta de que no hay ninguna persona entre los restos del autobús.
Por lo tanto empiezan las investigaciones.
La Guardia Civil localiza cerca de donde ocurrió el accidente una casa, y allí se dirigen a pedir informes.
Sale un campesino de la casa a recibirlos, y le preguntan:
- ¡Oiga, Usted! ¿Vio a los políticos que se accidentaron?
- ¡Sí, sí los vi! ¡Y ya les di cristiana sepultura!
- ¿No me diga que todos estaban muertos?
- ¡Bueno... algunos decían que no, pero ya sabe usted como son de mentirosos esa gentuza!
Los que se analizan (y sus terapeutas)
No enferman, somatizan
No estudian, subliman
No tienen ocurrencias, tienen insight
No se equivocan, tienen actos fallidos
No cambian de idea, resignifican
No hacen disparates, despliegan su creatividad
No hablan, verbalizan
No conversan, puntúan
No responden, interpretan
No dicen estupideces, asocian libremente
No se desahogan, hacen catarsis
No te bancan, te contienen
No hablan por teléfono, se comunican de inconsciente a inconsciente
No son pesados, tienen una ligera compulsión a la repetición
No resuelven sus problemas, elaboran sus conflictos
Los psicoanalistas no se enamoran, hacen transferencia
Los psicoanalistas no padecen la crisis, están atravesados por el malestar
Los psicoanalistas no tienen sеxо, liberan la libido
Un ladrón entra a robar a una casa, y cuando estaba moviendo los cuadros en busca de la caja fuerte, escucha una voz que le dice:
- No hagas nada... Belcebú te está observando.
El ladrón asustado, se queda inmóvil y empieza a recordar todas sus maldades y pecados, llegando a la conclusión de que tal vez le había llegado el momento de ajustar cuentas соn el diablo. Presa del pánico trata de moverse para buscar la salida, cuando escucha de nuevo la voz que le dice:
-¡ Quieto! Belcebú te está observando...
Deslizando su mano sobre la pared, el ladrón consigue encender la luz, y se da cuenta de que quien le habla es una cacatúa desde su jaula.
-¡ Pajarraco asqueroso!... -dice el ladrón- me asustaste, ¿quien eres tú?
- Yo soy Luzbella -contesta la cacatúa.
- Ja Ja Ja ¿Y quien fue el еsтúрidо que te bautizó Luzbella?
- A mi me bautizó Luzbella, el mismo idiота que le puso Belcebú al Rottweiller que te observa, y que ahora está justo detrás tuyo... ¡Listo para atacar!
Razones por las que no hacemos el amor más seguido
Querida esposa: En virtud de que hablar contigo es prácticamente imposible (nunca te callas) me he visto en la imperiosa necesidad de informarte, por éste conducto, la siguiente inconformidad:
Durante el último año, he intentado hacer el amor contigo 315 veces. Tuve éxito solo 36 veces, o sea, una vez cada 10 días.
Lo que sigue, es una lista del por qué fracasé las demás veces:
Despertaremos a los niños.................... 12 veces
Es muy temprano................................. 17 veces
Estoy demasiado cansada................... 33 veces
Es demasiado tarde............................ 11 veces
Hace demasiado calor......................... 18 veces
Te hiciste la dormida........................... 39 veces
Hace demasiado frío............................ 22 veces
Me duele la cabeza............................. 27 veces
No me siento bien................................. 8 veces
No te has bañado.................................. 5 veces
Tengo la regla..................................... 12 veces
Lo hicimos ayer.................................... 6 veces
Las 36 veces que tuve éxito, el resultado no fue siempre satisfactorio porque:
6 veces..... Permaneciste ahí acostada simplemente.
4 veces..... Me dijiste que me diera prisa por terminar.
7 veces..... Tuve que despertarte para decirte que había terminado.
1 vez...... Me asusté porque creí haberte hecho daño, ya que te levantaste y empezaste a respirar agitadamente.
En espera de respuesta a la presente, quedo de ti.
Tu esposo.
Respuesta de la esposa:
Queridísimo esposo:
Ya que me hiciste encabronar. Aquí van las razones por las cuales no conseguiste más de lo que tuviste:
Volver borracho.............................. 14 veces
No volver a casa............................. 30 veces
Se te puso flojo antes de tiempo.......... 16 veces
No se te paró................................. 34 veces
Medio se te paró............................. 25 veces
Te lo machucaste соn el cierre............. 13 veces
Tenías resfriado y te goteaba la nariz...... 7 veces
Te quemaste la lengua соn el café.......... 9 veces
Me la quisiste meter por detrás.............12 veces (pensando que era por delante, por supuesto)
Terminaste tu solo después de leer un libro роrnо... 15 veces.
Aclaración:
Las veces que permanecí ahí acostada simplemente fue debido a que te saliste de las sábanas y te dedicaste a "darle" a ellas y parecías tan entusiasmado que no quise moverme y arruinarte el placer.
Ah... La vez que me levanté y me puse a respirar agitadamente, fue porque en tus movimientos, dizque pasionales, se te salió un gas.
Una abuelita va al supermercado y pone en su canasta las latas más caras de comida para gatos. Ya en la caja, le dice a la cajera:
- Yo sólo compro lo mejor para mi gatito.
La cajera le responde:
- Lo siento, pero no podemos venderle comida para gato sin que compruebe que tiene un gato. Muchos ancianos compran comida para gatos y luego, por necesidad, ellos mismos se la comen. La gerencia necesita una prueba de que realmente usted tiene un gato.
La anciana se va a su casa, toma a su gato, lo mete en un maletín y regresa al supermercado para comprobarlo. Le venden las latas.
El día siguiente, la misma viejita va al súper y compra 12 galletas para реrrо. La cajera le exige la prueba de que tiene un реrrо, aduciendo que muchos ancianos llegan a comerse la comida para реrrо. Frustrada, la viejita va a su casa y regresa соn su реrrо; al fin, le venden las dichosas galletas.
Un día después la señora regresa al súper, y lleva una pequeña caja соn un hueco en la tapa. Al entrar, se acerca a la cajera y le pide que meta un dedo en el hueco de la tapa. La cajera dice:
- No... quizá usted tenga ahí una serpiente.
La anciana le asegura que en la caja no hay algo que muerda. Entonces, la cajera mete el dedo... e inmediatamente lo retira y le grita a la viejita:
-¡ Esto es мiеrdа!
La viejita, соn una sonrisa de oreja a oreja, le dice a la cajera:
- Es cierto, querida. Y ahora... ¿PUEDO COMPRAR CUATRO ROLLOS DE PAPEL HIGIÉNICO?