Yendo de viaje por la carretera, paré en una gasolinera para cargar combustible y aproveché para entrar al baño.
El primer retrete estaba ocupado, y pasé al siguiente. En cuanto me senté en la taza, el señor de al lado dijo:
- Hola, ¿qué haces?
No acostumbro platicar соn desconocidos y menos en el baño, pero mi calidad de viajero incógnito me animó a contestar:
- Pues aquí, de viaje hacia el norte.
- ¿Y se puede saber de qué se trata? - preguntó el señor de al lado.
- Sí, claro - contesté un poco forzado. No es ningún secreto, voy a Monterrey.
- Supongo que andas detrás de algún buen negocio - dijo el señor соn seguridad.
- Sí, bueno - contesté totalmente arrepentido de haber dado pie a esta conversación. Eso espero ya que las posibilidades no son malas.
- ¿Sabes qué? - respondió enojado el señor, luego te hablo, aquí al lado hay un idiота que responde a todo lo que te pregunto.
Moraleja:
Limítense a hacer lo que corresponde de acuerdo al lugar en donde está:
Si va a la mesa, coma.
Si va a la cama, duerma.
Y si va al baño...¡No hable!
Un granjero demandó a una empresa de buses por las lesiones que sufrió en un accidente. En el juicio, el abogado de la empresa le pregunta:
¿ Acaso no le dijo usted 'estoy muy bien' al policía que lo auxilió?
Déjeme explicarle lo que pasó, yo llevaba a mi yegua en el platón de la camioneta...
¡ No le pedí detalles, limítese a responder la pregunta! ¿Le dijo usted, sí o no, que estaba muy bien al policía que le ayudó?
Como le venía diciendo, llevaba a mi yegua en el platón de la camioneta y de pronto apareció un bus de su empresa...
¡ Señor juez, estoy tratando de demostrar que esta persona le dijo que estaba muy bien a un policía, inmediatamente después del accidente!, ahora después de varias semanas, él demanda a mi cliente y eso se llama fraude. ¡Por favor, dígale que responda la pregunta!
El juez le explica al abogado que está interesado en escuchar la historia del granjero y le pide a éste que continúe.
Pues yo llevaba a mi yegua en el platón de la camioneta y de pronto, en un cruce, me topé соn un bus que se comió la señal de pare y me estrelló de lado. Yo quedé paralizado por el golpe y la impresión, pero escuchaba que mi yegua gemía como loca, presa del dolor. Unos minutos después, llegó la patrulla de policía y un agente se bajó alarmado por los gemidos de mi yegua. El policía la examinó y finalmente sacó su arma y le pegó un tiro en medio de los ojos. Luego, vino hasta mí y me dijo, "su yegua estaba muy mal y tuve que pegarle un tiro para que no sufriera", ¿Usted cómo se siente?
Dos comadres se encuentran en el mercado y le dice una a la otra: Ay, comadre no sé que hacer соn mi hijo, es muy, pero muy тоnто, yo creo que es el más тоnто de los niños.
A lo que la comadre responde: No, no, no, mi hijo debe ser más тоnто, seguro le gana al suyo.
No, no, no, echa un vistazo a mi hijo... en eso la primera comadre llama a Pablito su hijo y le dice: Mira Pablito, ve a la casa y me buscas a ver si estoy. El niño partió, en el momento la segunda comadre le dice: Ay, eso no es nada mire esto: En eso llama a su hijo Rodriguito, y le dice: Mira Rodriguito, toma $10.00 y ve a comprar una televisión a color, y se va. Luego, en el camino se encuentran los niños y le dice uno al otro. Híjole mano, mi mamá es re-tonta muy pero muy tonta. A lo que el otro responde: No mano, mi mamá seguro que es mucho más tonta que la tuya. No puede ser. Oye esto, me mandó a la casa a ver si estaba y ni siquiera me dio las llaves para entrar. Y el otro le contesta: Pues eso no es nada, la mía me dio $10.00 para comprar una televisión a color, y no me dijo de que color la quería.
Estos eran dos excelentes estudiantes en su segundo año de universidad, que debían tomar un examen final el lunes de la próxima semana. Se enteran que, justo ese fin de semana, habría una gran fiesta en una universidad exclusiva de señoritas en otra ciudad. Como están tan confiados de que pasarían el examen, deciden salir el viernes en la noche, llegar a la fiesta el sábado y regresar el domingo en la mañana соn suficiente tiempo para estudiar toda la noche del domingo y tomar el examen el lunes. La fiesta estuvo tan buena que no fue hasta tarde el domingo que salieron de regreso, llegando el lunes en la mañana directamente a su salón de examen. Hablan соn el profesor, le narran lo sucedido pero le indican que salieron de regreso el domingo por la mañana y se les había pinchado un neumático al auto, que el de repuesto estaba también pinchado, por lo tanto tuvieron que esperar mucho tiempo para resolver su problema. Le piden si es posible tomar el examen el próximo día a lo cual accede el profesor.
Después de estudiar toda la noche, se presentan la próxima mañana donde su profesor. Este les entrega dos pliegos de papel a cada uno pero los envía a salones diferentes.
En la primera página había una pregunta que valía 5 puntos la cual fue contestada rápidamente. Al pasar a la próxima página se encontraron соn la siguiente pregunta para la cual no estaban preparados:
Por 95 puntos, ¿Cuál de los dos neumáticos?
Estaba un japonés, un estadounidense y un mexicano en el edifico más grande del mundo.
El japonés le dice al resto:
Les propongo un reto, ustedes deberán ir a la sima de ese edificio y aventar su reloj desde el último piso, y venir corriendo abajo y agarrarlo соn la mano.
Todos Aceptan. Primero va el japonés y lo avienta, baja corriendo, pero lo encuentra destruido.
Luego va el estadounidense lo avienta, baja corriendo pero, lo encuentra igual que el japonés.
Y el último va el mexicano lo avienta, baja caminando, cuando llega abajo no lo ve mira para arriba y se va a tomar una malteada, se va соn sus amigos y se duerme; después de un rato vuelve y lo acacha соn la mano.
¡ Increíble!, dicen el japonés y el otro, y le preguntan:
¿ Cómo le hiciste?
Y responde el mexicano:
Es que lo atrasé una hоrа.