Discutían tres tipos sobre sus antepasados, el primero decía:
En mi terreno cavaron 1.000 metros hacia abajo, y encontraron cables de telégrafo, por lo que llegamos a concluir que mis antepasados hace 1.000 años tenían telégrafo.
Ahhh, dicen los amigos.
Eso no es nada, dice uno de ellos, en mi terreno cavaron 1.500 metros y encontraron cables telefónicos y concluimos que mis antepasados hace 1.000 años, ya tenían teléfono.
Ahhhh, exclamaron los amigos.
El último como no tenía nada que decir, exclamó:
En mi terreno cavamos 2.000 metros y no encontramos nada.
¿ Y a qué conclusión llegaron?, exclamaron los amigos.
Y él respondió:
Que hace 1.000 años mis antepasados ya tenían teléfonos móviles.
Estaban reunidos todos los productores de cerveza del mundo en Amsterdam, Holanda.
Al final del día, todos los presidentes de las compañías de cerveza deciden ir a un bar para tomar un trago.
El presidente de "Budweiser" pide una "Bud", el presidente de "Carlsberg" pide una "Carlberg" el presidente de "Heineken" ordena una "Heineken" y así la lista continúa. Entonces, la mesera pregunta al señor Mendoza (presidente de Cerveza Austral, cerveza-austral. Cl conocida cerveza Chilena) qué quiere tomar y ante el asombro de todos los presentes contesta:
Yo quiero una Coca.
Llevado por la curiosidad, finalmente alguien le pregunta:
Estee, disculpe señor Mendoza, ¿Por qué usted no ha ordenado una Austral?
A lo que él responde:
Ah, no, si ustedes no piensan tomar cerveza, entonces yo tampoco.
Los marcianos por la estación de gasolina
Dos marcianos descendieron de su platillo volador. Era de madrugada; en las calles de la ciudad no había gente. Pasaron los extraterrestres por una gasolinera. El que iba adelante se planta frente a una de las bombas y le ordena соn voz ronca y gutural:
¡ Condúceme ante tu jefe!
El otro marciano se acerca a su compañero y le dice al oído:
No te metas соn ese tipo, es peligroso.
¡ Bah!, se burla el primero, es sólo un terrícola, hará lo que yo le mande.
Diciendo esto, le apunta a la bomba соn su rifle de rayos y le ordena otra vez:
¡ Llévame соn tu jefe!
La bomba, claro, no responde.
Déjalo en paz, vuelve a recomendar el otro marciano соn temor, te digo que ese sujeto es peligroso.
¡ Conmigo no!, exclama su compañero.
Y diciendo esto dispara un rayo contra la bomba de gasolina.
¡ BRRROOOOOM! Se produce una explosión terrible, los dos marcianos saltan por el aire y van a caer todos maltrechos unos cientos de metros más allá.
¡ Tenías razón! Gime el marciano que había disparado.
¿ Cómo supiste que el individuo ése era peligroso?
A lo que el otro responde penosamente:
Alguien que se da tres vueltas al cuerpo соn una manguera, y luego se la cuelga en la oreja, ¡tiene que ser un tipo peligroso!