Chistes y anécdotas Sexo, 18 +, Chistes de sexualidad
Una pareja de esposos andan de compras en un Centro Comercial; la Señora señala un vestido que ve en un aparador y le dice que se lo compre, a lo cual el esposo replica:
- Ubícate vieja, ubícate, соn ese cuerpo de lavadora que tienes.
Y mas adelante, la doña le señala un maniquí que tiene un baby doll y le dice al esposo que se lo compre, el marido le responde igual:
- Ubícate vieja, ubícate, соn ese cuerpo de lavadora que tienes.
En fin llegan a su casa y el caso es que el marido no le compro nada. Ya estando en su recamara para dormir, el esposo se pone cariñoso y le dice a su esposa:
- Oye viejita, porque no echamos a andar ese cuerpecito de lavadora que tienes.
A lo cual la Señora le responde:
- Ubícate viejo, ubícate; para ese trapito; mejor lávalo a mano.
Una pareja de campesinos inocentes deseaba tener hijos, pero ninguno de los dos sabía como hacerlo, así que la mujer decide ir al pueblo y hablar соn el cura para que los guiara para lograr su objetivo.
El curita luego de hablar соn la mujer sin poder hacerle entender, decide que es mejor hablar соn el marido para explicarle lo que debería hacer y como hacerlo.
Al día siguiente llega el campesino a recibir los consejos del cura, y éste le dice:
- Hijo mio, tener hijos no es difícil; lo único que hay que hacer, es seguir el ejemplo de la naturaleza. Fíjate por ejemplo en los animales, observa detenidamente lo que hace un perrito соn la perrita y así descubrirás y entenderás que la naturaleza nos ha dotado de los elementos necesarios para multiplicarnos...
A los tres días vuelve la campesina muy enojada a buscar al cura y sin saludar ni hacerle reverencia le grita:
-¡ Oiga señor cura; busté que jué lo que le dijo a mi marido!
- Cálmate hija, lo único que le dije es que se fijara en la naturaleza, que viera por ejemplo lo que hacían los perritos...
- Соn razón que ese idiота de mi marido, ahora no hace sino ¡orinarse contra las paredes, y meterme la nariz entre el cul...
Una pareja llevaba muchos años de matrimonio y no había logrado tener familia. Tras consultar varios doctores, sin éxito, fueron a ver a un especialista
Muy renombrado, quien, tras muchos estudios les dijo que la única solución era que buscaran un padre sustituto.
- ¿Y qué es un padre sustituto?
Pregunta la señora.
- Es un hombre seleccionado соn mucho cuidado y que hace, por una sola vez, las funciones del esposo para que la mujer quede embarazada.
La señora vacila un poco, pero su marido le dice al doctor que él no tiene ningún inconveniente, соn tal de ver realizada su ilusión de convertirse en padre. Pocos días después, se contrata a un joven y se hace una cita para que al siguiente domingo por la mañana, cuando se ausente el marido de la casa, vaya y visite a la señora para cumplir su tarea.
Sin embargo, sucedió que un fotógrafo de niños había sido llamado a una casa vecina para retratar a un bebé. Por azar del destino, el hombre se equivocó de domicilio llegando al de la señora:
- Buenos días señora, vengo por lo del niño.
- Mmm, sí, pase usted. ¿Gusta tomar algo?
- No muchas gracias, el alcohol no es bueno para mi trabajo. Lo que quisiera es comenzar cuanto antes.
- Muy bien, ¿le parece si vamos a la habitación?
- Puede ser allí, pero también me gustaría una aquí, en la sala, dos en la alfombra y otro en el jardín.
- ¿Pues cuántos van a ser?
Se alarmó la señora.
- Ordinariamente son cinco en cada sesión, pero si la mamá coopera pueden ser más, todo depende.
Dijo mientras sacaba del portafolio un álbum.
- Me gustaría que viera antes algo de lo que he hecho. Tengo una técnica muy especial y única que le ha gustado mucho a mis clientas, por ejemplo, mire el retrato de este niño tan bonito; lo hice en un parque público, a plena luz del día. ¡Cómo se juntó la gente para verme trabajar! Esa vez me ayudaron dos amigos, porque la señora era muy exigente, соn nada le podía yo dar gusto y quedarle bien. Para colmo esa vez tuve que suspender el trabajo, porque llegó una ardilla y comenzó a mordisquearme el equipo.
La señora, estupefacta, escuchaba todo esto mientras el fotógrafo continuaba:
- Ahora vea estos mellizos. En esa ocasión sí que me lucí, todo lo hice en menos de cinco minutos, Llegué y ¡paf! dos tomas y mire los gemelos que me salieron
La señora estaba cada vez más asustada oyendo al fotógrafo que continuaba:
- Соn este niño batallé un poco más, porque la mamá era muy nerviosa. Yo le dije: mire señora, usted volteé hacia el otro lado y déjeme hacer todo a mí
Ella se volteó, y así pude yo hacer mi trabajo. A esta altura la señora estaba a punto del desmayo. Y el fotógrafo guardando su álbum le dice:
- ¿Quiere que comencemos ya, señora?
- Cuando usted diga.
- Está bien, voy por mi trípode.
- ¿Trípode?
Dijo temblando la señora.
- Sí
Comenta muy tranquilo el fotógrafo.
- Es que usted sabe, mi aparato es muy grande y necesito un trípode para apoyarlo y estabilizarlo, porque ni соn las dos manos puedo sostenerlo bien ... ¿señora?, ¿señora? ¡Señoraaaaa!
Marido y mujer acuden al psicólogo tras 20 años de matrimonio. Cuando les preguntan cuál es el problema, la mujer saca una lista larga y detallada de todo lo que ha tenido que soportar durante esos 20:
- Poca atención.
- Falta de intimidad.
- Falta de comunicación.
- Vacío.
- Soledad.
- No sentirse valorada.
- No sentirse amada.
- No sentirse deseada, etc., etc., etc.
Finalmente, el terapeuta se levanta, se acerca a la mujer, le pide que se levante y la abraza y la besa apasionadamente, la recuesta en el diván, le quita la ropa y, ¡pim, pam, pum! ¡La deja como un trapo!
Mientras, el marido observa estupefacto, соn una ceja más alta que la otra.
La mujer se queda muda... Cuando el doctor termina, ella se acomoda la ropa, se arregla el cabello y se sienta en la silla medio aturdida.
El terapeuta se dirige al marido y le dice:
- Esto es lo que su esposa necesita, al menos 3 veces por semana. ¿Cree que puede?
El marido lo medita un instante y responde:
- Yo la puedo traer los lunes, pero los miércoles y viernes... ¡tengo fútbol!
Diario de ELLA
El domingo por la noche lo encontré raro. Habíamos quedado en un bar para tomar una copa. Estuve toda la tarde de compras соn unas amigas y pensé que era culpa mia, porque llegué un poco tarde, aunque él no hizo ningún comentario.
La conversación no era muy animada, así que le propuse ir a un lugar más intimo para poder charlar más tranquilamente.
Fuimos a un restaurante y el seguía portándose de forma extraña. Estaba como ausente. Entonces pensé que sería culpa mía por el retraso, o quizás algo más serio rondaba por su cabeza.
Le pregunté y me dijo que no tenia nada que ver conmigo. Pero no me quedé convencida.
En el camino de regreso a casa, en el coche, le dije que lo quería mucho y el se limito a pasarme el brazo por los hombros, sin contestarme. No se como explicar su actitud porque no me dijo que él también me quería.
Llegamos por fin a casa y en ese momento pensé que quería dejarme. Por eso intenté hacerle hablar, pero encendió la tele y se puso a mirarla соn aire distante, como haciéndome ver que todo había acabado entre nosotros. Por fin desistí y le dije que me iba a la cama.
Mas o menos diez minutos mas tarde, él vino también y, para mi sorpresa, correspondió a mis caricias e hicimos el amor. Pero seguía teniendo un aire distraído.
Después quise afrontar la situación , hablar соn él cuanto antes, pero se quedó dormido. Empecé a llorar y lo hice durante horas hasta que quedé dormida.
No se que hacer. Estoy casi segura que sus pensamientos están соn otra mujer. Mi vida es un autentico desastre.
Diario de ÉL
Perdió Boca. Bue, al menos... me eché un polvo
Un abogado se casó соn una mujer que ya se había casado 11 veces. La primera noche, en el cuarto del hotel, la novia le dijo:
"Por favor, querido, trátame соn cuidado. Todavía soy virgen."
Perplejo, ya que ella había sido casada 11 veces, le pidió explicaciones a la novia.
Ella le respondió:
1. Mi primer marido era psiquiatra. El sólo quería conversar sobre sеxо.
2. Mi segundo marido era ginecólogo. El sólo quería examinar el área.
3. Mi tercer marido era coleccionador de sellos. El sólo quería pasarme la lengua.
4. Mi cuarto marido era Gerente de Ventas. El decía que sabia que el producto existía, pero no sabía cómo utilizarlo.
5. Mi quinto marido era del Departamento de Telemarketing. El decía que tenía el producto, pero no sabía cuándo iba a poder entregarlo
6. Mi sexto marido era Ingeniero. El decía que comprendía el procedimiento básico, pero que necesitaba 3 años para hacer las investigaciones, implementar y crear un método revolucionario.
7. Mi séptimo marido era Funcionario Público. El decía que comprendía perfectamente cómo era, pero que no estaba seguro si le competía.
8. Mi octavo marido era Técnico. El decía que si estaba funcionando era mejor ni tocarlo.
9. Mi noveno marido era Gerente de Entrenamiento. El siempre decía:
"Quien quiere enseñar, tiene que aprender primero". Y sólo se la pasaba estudiando.
10. Mi décimo marido era Analista de negocios y se la pasó todo el matrimonio, hablando de forma grandiosa que "Esto va a ser fantástico para ti".
11. Mi décimo primer marido era Gerente de Taller de Reparaciones. El estaba seguro que debía estar funcionando, y vivía prometiéndome mandar a alguien para que me diera una chequeada.
Y añadió:
- Por eso, ahora me casé соn un abogado, porque estoy segurísima que tú sí me vas a jоdеr!