Chistes de ancianos, Chistes de viejos, Chistes de Viejitos
Соn la nueva tecnología aplicada para la fertilidad, una mujer de 65 años dio a luz a un bebé.
Cuando salió del Hospital y fue a su casa, llegaron sus familiares a visitarla.
- ¿Podemos ver al bebé?, preguntó uno de ellos.
Todavía no, dijo la flamante madre de 65 años, dentro de poco.
Pasó media hоrа y otro de los familiares preguntó, ¿Ya podemos conocer al nuevo bebé?
- Todavía noooooo, dijo la madre.
Pasó otro rato, y volvieron a preguntarla, impacientes, pero bueno ¿Cuándo vamos a ver al bebé?
- Cuando llore, respondió la madre.
- ¿Cuándo llore?, exclamaron. ¿Por qué tenemos que esperar hasta que llore?
- Porque no me acuerdo donde lo puse.
Romance a la cuarta edad...
Dos personas mayores, él viudo y ella viuda, se conocían hacía varios años.
Una noche hubo una cena comunitaria en la Casa Club. Los dos sentados en la misma mesa, uno frente al otro.
Durante la comida él la miró y la miró admirado y finalmente juntó el coraje para preguntarle:
- "¿Quieres casarte conmigo? '
Después de unos segundos de "cuidadosa consideración", ella respondió:
- Sí. Sí, acepto! "
La comida terminó y, luego de algunos intercambios agradables de palabras, se fueron a sus respectivos hogares.
A la mañana siguiente, el despertó preocupado y dudoso de la respuesta. "¿Dijo sí "o dijo no'? No podía recordar. Lo intentó y lo intentó, pero simplemente no recordaba, no tenía ni siquiera una vaga idea; inquieto, fue al teléfono y llamó a su amiga.
En primer lugar, le explicó que su memoria no era tan buena como solía serlo. Luego le recordó la noche hermosa, que habían pasado y соn un poco más de coraje, le preguntó:
- "Cuando te pregunté si querías casarte conmigo, dijiste, sí o no?'
Él quedo encantado al oírla decir:
- "Te dije que sí, que sí, acepto y lo dije соn todo mi corazón."
"Y estoy muy feliz de que me llamaras, no podía recordar quién me lo había pedido."
Luego de celebrar su aniversario número 50 de matrimonio, la esposa sufre un ataque al corazón y llama a su esposo para despedirse definitivamente:
- Viejo -le dice entre sollozos-, se que ya me voy... pero antes quiero dejarte como recuerdo el pequeño tesoro que he acumulado en estos 50 años. Está aquí debajo de la cama... saca el cofre que se encuentra ahí.
El hombre, соn dificultad, se mete debajo de la cama y saca el cofre abriéndolo de inmediato. Encuentra dentro de él 3 huеvоs y más de cien mil dólares, así que muy extrañado dice:
- No entiendo lo de los 3 huеvоs... ¿que significan?
- Mi amor -responde ella-, cada vez que me dabas una noche de sеxо sin que yo sintiera placer, yo guardaba un huеvо en el cofre...
-¿ Solo 3 huеvоs de sеxо sin placer en tanto tiempo? ¡SOY UN TORO! -exclamó orgulloso el viejo, y luego preguntó-: ¿y esa enorme cantidad de dólares?
- Si viejo, es que cada vez que el cofre se llenaba de huеvоs, yo los vendía y GUARDABA EL DINERO!
El niño llega de su colegio directo a hacer sus deberes escolares, y para el efecto debe solicitar la colaboración de su abuelita, y le hace la siguiente pregunta:
- Abuelita, ¿cómo se le dice a eso en que uno se acuesta encima del otro?
La abuela sorprendida por la pregunta, piensa en la mejor forma de explicarle, pero finalmente decide responder de una manera clara y contundente:
- A eso... se le llama hacer el amor, tener relaciones íntimas, copular, fornicar...
Al día siguiente la abuela espera en la puerta a que el niño regrese del colegio, ya que está ansiosa de saber como le fue соn su explicación. El niño muy serio y enojado le dice secamente a su abuela:
- Abuelita, eso no se llama copular, ni fornicar, ni nada de eso... y la maestra dijo que usted era una vieja grosera, lividinosa, lujuriosa y vagabunda, porque eso se llama es... ¡Litera!