Chistes de religión, Chiste de religión, Chistes religiosos

Un hombre va al cielo y le preguntan:
¿ Nombre y apellidos?
Manolo Gutiérrez.
Vaya por Dios, no me aparece en pantalla.
Pero, ¿Y eso?, si yo he sido muy bueno, muy bueno.
Pues no sé, va a tener usted que pasar por el infierno.
Pero, jоdеr, si yo...
Nada, nada, ya le digo que su nombre no aparece en la pantalla, y por favor no nos interrumpa que tenemos mucho lío.
Llega al infierno:
¿ Nombre y apellidos?
Manolo Gutiérrez.
Uhm, no aparece en pantalla, va tener usted que pasar por el purgatorio.
Pero oiga, ¿Qué dice?
Sí, sí y además no me entretenga, ¿No ve que estoy ocupado?
Llega al purgatorio.
¿ Nombre y apellidos?
Manolo Gutiérrez.
No, no parece en pantalla, tiene usted que reencarnarse. Puede elegir entre un rinoceronte del Congo o una gallina andaluza.
Pero...
Ni pero ni leches, a reencarnarse ya mismo.
De repente Manolo que aparece en una granja (convertido en gallina) entre otras dos gallinas.
Esto, ¿También reencarnación?
Sí, ¿Y aquí, qué hay que hacer?
Pues poner huеvоs.
¿ Y eso?
Sino te pasan a la sala de despiece.
¿ Y cómo ponen huеvоs?, yo no he puesto huеvоs en mi vida.
Apretando.
¿ Apretando?
Sí, sí, sí, aprieta.
Gghrmhnrrrmeegrnmnmgreggmmh...
¡ Manolo! ¡Manolo! ¡Despierta que te estas cagando!

Al párroco le estaban haciendo su cena de despedida por 25 años de trabajo en una Parroquia. Un político miembro de la comunidad fue invitado para dar un breve discurso. Como el político tardaba en llegar, el sacerdote decidió decir unas palabras el mismo para llenar el tiempo: Mi primera impresión de la Parroquia, la tuve соn la primera confesión que me tocó escuchar. Pensé que me había enviado el Obispo a un lugar terrible, ya que la primera persona que se confesó me dijo que había robado un televisor, que había robado dinero a sus padres, había robado también en la empresa donde trabajaba, además de tener aventuras соn la esposa de su jefe. También en ocasiones se dedicaba al trafico y a la venta de drogas. El Padre continuaba - Me quedé asombrado, asustadísimo. Pero cuando transcurrió un tiempo, fui conociendo más gente y vi que no eran todos así, vi una parroquia llena de gente responsable, соn valores, comprometida соn su fe. Y así he vivido los 25 años más maravillosos de mi sacerdocio.
Justamente en este momento llego el político, por lo que se le dio la palabra. Por supuesto, pidió disculpas por llegar tarde y empezó a hablar diciendo: Nunca voy a olvidar el primer día que llego el padre a nuestra parroquia. De hecho, tuve el honor de ser el primero que se confesó соn él ...