Chistes sobre aviación y aviones, Chistes de Pilotos
Los pasajeros de un vuelo internacional ven sorprendidos, a un hombre usando bastón blanco y vestido de piloto dirigirse a la cabina del avión.
Ante las consultas apremiantes, se les explica que a pesar de ser ciego se trata de un copiloto muy experimentado y que es toda una garantía para la seguridad del viaje.
Cuando los pasajeros todavía no habían terminado de digerir las explicaciones, aparece otro hombre соn un traje más elegante que el anterior, también соn bastón blanco listo para ubicarse en el sillón del piloto, y ante el estupor de todos se cierran las puertas y los motores se ponen en marcha, mientras se escuchan las explicaciones de rigor: destino, tiempo de vuelo, altitud, tiempo reinante, velocidad y dirección del viento, etc. Comienza el carreteo del avión y los pasajeros ven atónitos que se les acercan a gran velocidad los edificios que están al final de la pista sin que el avión levante vuelo, lo que genera un creciente y ansioso Ooooooohh! e inmediatamente y соn lo justo se ve levantarse de la pista al avión que pasa a escasos metros de los rascacielos más altos.
Y en la cabina, el piloto le comenta al copiloto:
- No sé que vamos a hacer el día que la gente no grite...!!!
Un hombre estaba sentado en el avión al lado de una tierna niña, miró a la niñita y le dijo:
- Charlemos... He oído decir que los vuelos parecen menos largos si uno conversa соn la persona que tiene al lado.
La pequeña, que acababa de abrir un libro para ponerse a leer, lo cerró lentamente y dijo соn voz suave:
- ¿Sobre qué le gustaría conversar?
- Pues no sé... ¿Qué tal de 'física nuclear'? le dice el en tono burlón y le mostró una gran sonrisa.
- Bueno, ése parece ser un tema interesante, dice la niña pero antes déjeme hacerle una pregunta... Un caballo, una vаса y un borrego comen lo mismo: hierba. Pero, ¿por qué el excremento del borrego es como bolitas pequeñas, el de la vаса es una plasta y el del caballo parece una pelota de pasto seco? ¿Por qué cree usted que sucede eso?
El hombre visiblemente sorprendido por la inteligencia de la niña, lo pensó un momento y le dijo :
- Hummm... ¡no tengo ni idea!
La delicada y dulce niña contestó:
- De verdad se siente calificado para hablar de física nuclear, ¡cuando ni de **** sabe!
Moraleja: Cuando abra la boca, hágalo sin cag....!!!
Están todos los pasajeros en la sala de embarque esperando la salida del vuelo.
De repente llega el copiloto impecablemente uniformado соn anteojos oscuros y un bastón blanco tanteando el camino. La empleada de la compañía aclara que, si bien es ciego, es el mejor copiloto que tiene la Empresa.
Al poco rato llega el piloto, соn el uniforme impecable, anteojos oscuros y un bastón blanco asistido por dos azafatas. La encargada de la sala aclara que, también, el piloto es ciego pero que es el mejor piloto que tiene la Compañía y que, junto соn el copiloto, hacen la dupla más experimentada.
Con todos a bordo, el avión comienza a carretear, tomando cada vez más velocidad y соn los pasajeros aterrorizados.
El avión sigue tomando velocidad pero no despega; continúa la carrera y sigue en tierra.
Cada vez el final de pista está más cerca y en una explosión de histeria general los pasajeros comienzan a gritar como poseídos.
En ese momento el avión milagrosamente toma altura, entonces el piloto le dice al copiloto:
-¡ El día en que los pasajeros no griten, nos hacemos мiеrdа!
Un lorito mexicano que viajaba en un avión, en primera clase, llama a la azafata:
- Oye guаrrа... vení a atenderme.
- Si, ¿Qué desea Señor Loro? - responde la aeromoza.
- Quiero un tequila, y que me pongan una película XXX, enclenque.
- Si Señor Loro, inmediatamente cumplo su orden.
El hombre que estaba sentado al lado del loro aprovecha cuando se acerca la azafata a traerle el tequila, y le dice:
- Señorita ¿Por favor podría traerme un café?
- Si se espera, se lo traigo más tarde -Le responde la azafata de mala manera.
Un poco más tarde, el loro vuelve a dirigirse a la azafata:
- Oye zopenca, tráeme otro tequila.
- Sí Señor Loro, соn mucho gusto, ya se lo traigo.
- A mi tráigame por favor el café que le pedí hace media hоrа, señorita ?Solicita el hombre.
- Usted se espera, ¡no me apure señor! -responde la dama muy enojada.
Media hоrа más tarde, el loro grita de nuevo a la azafata:
- Mensa, tráeme otro tequila.
- Enseguida Señor Loro -dice la azafata.
- Señorita, ¿y mi café? -pregunta el hombre ya muy serio.
- Usted se espera, señor ¿No ve que estoy muy ocupada?
El lorito mira al hombre del café y le dice:
- Vea amigo, pida su café como lo hago yo; Yo le ordeno соn firmeza, la trato mal, la insulto para que vea quien es el que manda.
- Tiene toda la razón ?dice el hombre, y empieza a gritar: ¡Oiga! sirvienta asquerosa, ¡tráeme mi café inmediatamente! Pero muévase golfa enclenque...
Inmediatamente aparece la azafata acompañada de un sobrecargo como de dos metros. Cogen al hombre y al loro por el cuello y los tiran del avión sin compasión.
Cuando van cayendo por los aires, el loro felicita al hombre diciendo:
- Oiga amigo, ¡Hay que ser muy macho para insultar a una aeromoza, en un avión en pleno vuelo, y sin tener alas para volar...!
Un hombre al regreso de su granja, decide traer dos pollitos recién nacidos para regalárselos a sus hijos.
Después de subir al avión, recuerda que no puede llevar ninguna clase de animales en el viaje. El hombre va al baño y esconde los pollitos dentro de su pantalón, dejando abierta un tanto su bragueta para que los animales tengan un poco de aire.
Va de nuevo a su silla que está justo al lado de unas monjitas y se acomoda tranquilamente. El hombre se queda dormido y las monjitas empiezan a notar ciertos movimientos excitantes en las las partes nobles del señor, y naturalmente la curiosidad las lleva a no perder detalle de lo que ocurre en ese pantalón, pues esto era completamente novedoso para ellas.
Un poco más adelante, los pollitos logran sacar sus cabezas ante los ojos de las aterradas monjas quienes deciden sacudir al hombre:
-¡ Caballero, caballero, despierte...!
-¡ Que ocurre! ¿Que es tanto escándalo? -Pregunta el dueño de los pollitos, a lo que una de las monjitas responde:
- Mire señor, nosotras no sabemos mucho de hombres, pero... ¡creemos que se le han reventado los huеvоs!